La audiencia de conciliación convocada por la Corte Suprema de Justicia entre el ministro del Interior, Armando Benedetti, y seis congresistas terminó sin acuerdo, lo que abre paso a un juicio por injuria y calumnia.

El alto tribunal citó a las parlamentarias Carolina Giraldo, Catherine Juvinao, Marelen Castillo, Katherine Miranda, Julia Miranda y Lina Garrido, quienes fueron denunciadas por Benedetti luego de que en una carta pública expresaran su rechazo a su nombramiento en el Ministerio del Interior.

A la salida de la diligencia, Benedetti insistió en que se le ha atacado sin fundamentos.

“Me tratan de agresor de mujeres sin que exista un solo hecho, prueba o imagen que lo respalde. No hay nada, solo repeticiones de mis enemigos”, declaró el ministro.

Según su denuncia, las afirmaciones de las congresistas lesionaron su honra y carecen de sustento legal.

“No nos vamos a retractar”: las congresistas

Desde el Congreso, la respuesta fue unánime: no habrá conciliación. La representante Marelen Castillo fue categórica:

“No tenemos nada de qué retractarnos. Tenemos derecho a criticar y a hacer control político. Lo que quieren es callarnos, y no lo vamos a permitir”.

Las legisladoras defendieron que su carta se basó en hechos de público conocimiento y en su facultad de ejercer control político, amparadas por la libertad de expresión. Además, recalcaron que su llamado al presidente Gustavo Petro fue exigir coherencia con la promesa de un gobierno transparente y respetuoso de la ley.

Ante la falta de conciliación, el proceso pasará directamente a juicio bajo la ponencia del magistrado Marco Antonio Rueda, quien fijará la fecha de la audiencia. Allí, Benedetti deberá probar que fue víctima de calumnias, mientras que las congresistas argumentarán que la acción judicial busca limitar el debate político.

Lo cierto es que este caso promete encender un debate nacional sobre los límites entre la libertad de expresión, el control político y la protección de la honra de los funcionarios públicos en Colombia.