En el XX Conversatorio de la Jurisdicción Constitucional realizado en Bogotá, el presidente Gustavo Petro cuestionó públicamente al registrador nacional, Hernán Penagos, sobre la confiabilidad del sistema de escrutinios que se aplicará en las elecciones de 2026.

El mandatario aseguró que persisten fallas en el software que procesa los conteos y advirtió que este sigue bajo control de la firma Thomas Greg. “Señor registrador, ¿entonces que podemos confiar en los escrutinios? No. Fracasamos en dos leyes de código electoral, yo estuve en una”, manifestó.

Petro recordó que una magistrada de la República adelantó durante cuatro años una investigación en la que concluyó que el software de escrutinios era vulnerable y que, como resultado, el partido MIRA fue afectado en un proceso electoral. El jefe de Estado subrayó que existe una sentencia judicial que ordenó sustituir ese sistema, pero señaló que no se ha cumplido.

Según el presidente, la reforma al Código Electoral contemplaba la posibilidad de que ciudadanía, partidos políticos y el Consejo Nacional Electoral pudieran auditar los algoritmos, pero esa iniciativa se hundió. “Lo que cambiaron fue el software de la suma, que es el mismo que maneja Thomas Greg. El software es municipal y departamental, luego suma y se vuelve nacional, y no es auditable”, afirmó.

Reclamos por los tarjetones

El mandatario también cuestionó el diseño de los tarjetones en las pasadas elecciones, en los que, según dijo, se perjudicó al Pacto Histórico. Aseguró que los partidos con voto preferente aparecían con un espacio amplio para sus candidatos, mientras que su movimiento, con lista cerrada, fue ubicado en el último lugar con una sola franja.

Además de los cuestionamientos técnicos, Petro se refirió a la logística de la jornada electoral. Señaló que el transporte público debe estar garantizado y advirtió que las empresas que no lo presten el día de los comicios deberían enfrentar sanciones.

Las declaraciones del presidente reavivan el debate sobre la transparencia del sistema electoral colombiano y ponen en el centro la discusión sobre el papel de las empresas privadas en la administración de los escrutinios. El tema vuelve a tomar relevancia cuando faltan menos de dos años para las elecciones de 2026.