La condena al expresidente Álvaro Uribe desató no solo una tormenta política interna, sino también reacciones desde Washington. El secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, afirmó en su cuenta de X que el fallo contra Uribe obedecía a la “instrumentalización del poder judicial por parte de jueces radicales”, lo cual fue inmediatamente rechazado por el presidente colombiano.

“Una intromisión en asuntos judiciales de otro país, es una intromisión a la soberanía nacional”, escribió Gustavo Petro, y agregó que “el mundo debe respetar a los jueces de Colombia”, recordando que varios de ellos han sido asesinados en el cumplimiento de su labor judicial.

A la posición de Petro se sumó la canciller encargada Yolanda Villavicencio, quien también expresó su rechazo desde Nueva York, donde se encuentra en una cumbre de la ONU. “Su intromisión vulnera nuestra soberanía y desconoce la independencia de la justicia”, afirmó.

La reacción de Rubio se produjo tras el histórico fallo de la jueza Sandra Heredia, quien encontró responsable a Uribe de soborno en actuación penal y fraude procesal, convirtiéndolo en el primer expresidente colombiano condenado penalmente. Rubio manifestó que “el único delito de Uribe ha sido luchar por su patria”, comentario que desató el cruce diplomático.