En el Palacio de San Carlos, la canciller Laura Sarabia lideró un acto simbólico para recibir a 100 colombianos deportados desde Estados Unidos, justo cuando se cumplen sus primeros 100 días al frente del Ministerio de Relaciones Exteriores. El evento buscó marcar un hito en la política de retorno implementada por su despacho y visibilizar el acompañamiento del Gobierno a quienes regresan al país en situación vulnerable.

Sarabia reveló que desde su posesión se han coordinado dos vuelos semanales, permitiendo el retorno de 2.200 connacionales. “Ustedes se convirtieron en uno de esos objetivos tan importantes para nuestra labor en la Cancillería de proteger sus derechos”, declaró durante su intervención.

El tema de las deportaciones ha sido particularmente sensible desde que, en enero, un trino del presidente Gustavo Petro —en el que rechazó el trato de “criminales” hacia los colombianos retornados— generó un impase con la administración de Donald Trump. Washington respondió con advertencias sobre posibles aranceles a exportaciones colombianas, pero la tensión se redujo tras acordarse una estrategia bilateral que trasladó a Colombia el costo financiero de los operativos de repatriación.

Sarabia destacó que dicha estrategia “ha valido la pena”, pese a los desafíos presupuestales, y aseguró que seguirán ejecutando los vuelos pendientes por instrucción directa del presidente Petro. En paralelo, su cartera ha articulado esfuerzos con el DPS, el SENA y la Unidad para las Víctimas, entre otras entidades, para ofrecer servicios de estabilización a los deportados. También participaron representantes de ACNUR, la OIM, la Defensoría del Pueblo y la Alcaldía de Bogotá.

“El mensaje es claro: los connacionales que regresan no son una carga, sino ciudadanos con historias, capacidades y familias que los esperan”, concluyó la canciller.