México subirá aranceles a importaciones chinas y demás países asiáticos

México activará a partir de este jueves un nuevo esquema de aranceles a miles de productos importados desde China y otros países asiáticos con los que no tiene acuerdos comerciales, una medida que marca un giro relevante en su política comercial y que podría tener implicaciones económicas y geopolíticas de mediano plazo.

La Secretaría de Economía confirmó que el incremento arancelario, aprobado por el Congreso a comienzos de diciembre, contempla gravámenes de hasta el 35 % para una amplia gama de bienes procedentes de países como China, India, Corea del Sur, Tailandia e Indonesia. La decisión entrará en vigencia de manera inmediata y se aplicará de forma generalizada a sectores considerados estratégicos por el gobierno mexicano.

Los nuevos aranceles afectarán importaciones de automóviles, autopartes, textiles, prendas de vestir, plásticos y acero, entre otros productos industriales y de consumo. Aunque el Gobierno ha reiterado que la medida “no está dirigida a ningún país en particular”, China será el socio comercial más impactado debido a su peso en el comercio manufacturero con México.

De acuerdo con la Secretaría de Economía, el ajuste arancelario busca corregir distorsiones comerciales acumuladas en los últimos años y reducir la alta dependencia de insumos importados. En un comunicado oficial, la dependencia afirmó que la medida pretende salvaguardar cerca de 350.000 empleos en sectores sensibles como el calzado, el textil, la industria automotriz y el acero.

Objetivos económicos y fiscales

Además del componente industrial, el Gobierno estima que el incremento de aranceles permitirá generar ingresos adicionales por aproximadamente 3.760 millones de dólares en 2026, en un contexto de ajuste fiscal y reducción del déficit público.

La medida se enmarca dentro del denominado “Plan México”, una estrategia impulsada por la presidenta Claudia Sheinbaum que busca elevar el contenido nacional de las cadenas productivas en un 15 %, aumentar la inversión nacional hasta el 28 % del PIB y generar alrededor de 1,5 millones de nuevos empleos, con énfasis en el fortalecimiento de proveedores locales.

Reacciones y contexto internacional

El anuncio no ha estado exento de controversia. China expresó su rechazo a la decisión y pidió que México la revise “cuanto antes”, mientras que sectores empresariales mexicanos han advertido sobre posibles aumentos en los costos de producción, debido a la alta dependencia de componentes importados desde Asia.

Analistas consideran que el incremento arancelario también responde a factores geopolíticos, particularmente a la necesidad de alinear la política comercial mexicana con Estados Unidos, en vísperas de la próxima revisión del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC). Aunque el Ejecutivo ha negado que la decisión tenga motivaciones externas, el momento y el alcance de la medida han reforzado esa percepción.

El aumento de aranceles abre así un nuevo capítulo en la estrategia económica de México, con efectos que podrían sentirse tanto en el comercio internacional como en la estructura productiva interna del país.

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