El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, confirmó que el Ejército estadounidense ejecutó un ataque aéreo contra posiciones del Estado Islámico (EI) en el noroeste de Nigeria, como parte de una operación conjunta con el Gobierno de ese país para combatir a grupos terroristas activos en la región.

El anuncio fue hecho por el propio mandatario a través de su red social Truth Social, donde calificó al grupo extremista como “escoria terrorista” y lo responsabilizó de asesinatos masivos de civiles, especialmente cristianos. Según Trump, las fuerzas estadounidenses llevaron a cabo “ataques poderosos y letales”, aunque no ofreció detalles sobre los blancos específicos ni el momento exacto de la operación.

Posteriormente, el Comando África del Ejército de Estados Unidos confirmó que la acción militar se realizó a petición de las autoridades nigerianas y que varios militantes del grupo extremista murieron durante las embestidas. Las operaciones se concentraron en el estado de Sokoto, una de las zonas más afectadas por la violencia de organizaciones armadas en el país africano.

Desde el Gobierno de Nigeria, el ministro de Asuntos Exteriores, Yusuf Maitama Tuggar, explicó que se trató de una “operación conjunta” basada en inteligencia suministrada por las fuerzas nigerianas. El canciller subrayó que la intervención no estuvo motivada por razones religiosas y que el objetivo exclusivo fue combatir a organizaciones terroristas que operan en el territorio nacional.

Tuggar señaló además que la ofensiva fue planificada con antelación y que mantuvo comunicación directa con altos funcionarios del Gobierno estadounidense antes y después del ataque. No descartó que se produzcan nuevas acciones militares, dependiendo de las decisiones que adopten los líderes de ambos países en el marco de la cooperación bilateral en seguridad.

La ofensiva se produce luego de que Trump advirtiera, en meses recientes, sobre lo que considera una grave amenaza del extremismo islamista en Nigeria y ordenara al Pentágono prepararse para actuar contra estos grupos. De acuerdo con reportes oficiales, Estados Unidos había intensificado desde finales de noviembre los vuelos de recolección de inteligencia sobre amplias zonas del país africano.

El Ministerio de Asuntos Exteriores nigeriano indicó que los ataques forman parte de un esquema de cooperación estratégica con Washington, orientado al intercambio de información y a la ejecución de operaciones de precisión para debilitar a los grupos armados ilegales.

Aunque el Gobierno nigeriano ha insistido en que la violencia afecta tanto a comunidades musulmanas como cristianas y que el conflicto tiene múltiples causas, ratificó su disposición a trabajar con Estados Unidos para reforzar la lucha contra el terrorismo.

El ataque en Nigeria se suma a otras operaciones recientes ordenadas por Trump contra el Estado Islámico en distintas regiones, reafirmando la línea dura de su administración frente a las organizaciones extremistas a nivel global.