El presidente Gustavo Petro no reveló el monto del incremento del salario mínimo para 2026 durante su más reciente alocución televisada, como se esperaba, pero introdujo un cambio de enfoque que marcó la agenda política y económica, la adopción del concepto de “salario vital” como base para decretar el ajuste salarial.

Según explicó el mandatario, el salario mínimo en Colombia será calculado, por primera vez, bajo estándares de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), con el objetivo de garantizar condiciones de vida dignas para los trabajadores y sus familias. Petro señaló que este enfoque supera la visión tradicional del salario como un ingreso individual y lo vincula directamente con la canasta mínima familiar y el mantenimiento del poder adquisitivo.

“El salario vital es el que garantiza las mejores condiciones de vida a los trabajadores”, afirmó el presidente, al indicar que este criterio quedará incorporado en el decreto que fijará el aumento. De acuerdo con su explicación, el cálculo tendrá en cuenta variables como el costo de vida, la inflación y el número promedio de personas que dependen del ingreso en cada hogar.

El anuncio se produjo en un contexto de expectativa por la cifra concreta del aumento, luego de que fracasara la mesa de concertación salarial entre empresarios y centrales obreras. Mientras los sindicatos insistieron en un ajuste del 16 %, el sector empresarial defendió una propuesta cercana al 7 %, una distancia que impidió alcanzar un consenso y dejó la decisión final en manos del Gobierno.

Aunque Petro no confirmó porcentajes, fuentes consultadas por La FM han señalado que el incremento podría ubicarse por encima del 12 %, lo que lo convertiría en uno de los más altos de su administración. En años anteriores, el salario mínimo registró aumentos del 16 % en 2023, 12 % en 2024 y 9,54 % en 2025, una política que el Ejecutivo defiende como un mecanismo para fortalecer el poder adquisitivo sin disparar la inflación.

El presidente anunció que presentará ante el Congreso un proyecto de ley para habilitar la convocatoria, anticipando un debate intenso. Así, la discusión sobre el salario mínimo terminó entrelazada con un nuevo capítulo de confrontación institucional, en una jornada que dejó más definiciones conceptuales que cifras concretas, pero que reconfiguró el debate político de fin de año.

El decreto que fijará el salario mínimo para 2026 será expedido en los próximos días, una vez el Gobierno consolide las variables económicas y sociales bajo el enfoque del salario vital. La decisión se tomará tras el fracaso de la concertación entre sindicatos y empresarios y definirá no solo el nuevo ingreso base, sino también el ajuste del auxilio de transporte, en medio de un debate marcado por las expectativas de los trabajadores y las advertencias del sector empresarial sobre los efectos en el empleo.