Estados Unidos volvió a escalar la presión contra el Gobierno de Nicolás Maduro y aseguró ante el Consejo de Seguridad de la ONU que aplicará sanciones “al máximo” contra Venezuela, con el objetivo de cortar las fuentes de financiamiento que, según Washington, sostienen al régimen y a redes de narcotráfico vinculadas al poder.

La advertencia fue hecha por el embajador estadounidense ante Naciones Unidas, Mike Waltz, durante una reunión de emergencia solicitada por el propio Gobierno venezolano, luego de que la administración de Donald Trump bloqueara e interceptara varios buques petroleros sancionados en el mar Caribe.

En su intervención, Waltz afirmó que Estados Unidos utilizará “todo su poder” para privar al presidente venezolano de los recursos económicos que, según dijo, son utilizados para financiar el llamado Cartel de los Soles, designado como organización terrorista por Washington.

“Estados Unidos aplicará sanciones al máximo para privar a Maduro de los recursos que utiliza para financiar el Cartel de los Soles”, sostuvo el diplomático, quien reiteró que la Casa Blanca considera al mandatario venezolano responsable directo del uso de esos ingresos para el tráfico de drogas hacia Estados Unidos y Europa.

Waltz señaló que el presidente Donald Trump ha sido “muy claro” en su determinación de enfrentar y erradicar a los carteles del narcotráfico que, a juicio de su Gobierno, han operado durante años con impunidad en el hemisferio. En ese contexto, defendió las acciones recientes de interdicción marítima y el endurecimiento del cerco económico contra Caracas.

Según la delegación estadounidense, los petroleros que transportan crudo venezolano representan “el principal salvavidas económico” del régimen de Maduro y una fuente clave de financiación para actividades ilícitas. En los últimos días, EE. UU. ha interceptado al menos dos embarcaciones en el Caribe, entre ellas el buque Centuries, con bandera panameña, que trasladaba petróleo venezolano hacia refinerías en China. La semana anterior, otro tanquero, el Skipper, fue incautado y su cargamento confiscado.

Además, el Gobierno estadounidense confirmó que mantiene una “persecución activa” para interceptar un tercer buque, el Bella 1, como parte de su ofensiva para frenar el comercio petrolero sancionado.

La tensión entre Washington y Caracas se ha intensificado en los últimos meses, especialmente tras operativos militares en el Caribe y el Pacífico que, según fuentes estadounidenses, buscan combatir el narcotráfico. Estas acciones han generado fuertes críticas desde Venezuela, que acusa a EE. UU. de violar el derecho internacional, mientras el conflicto diplomático y político entre ambos países continúa escalando.