Las diferencias entre Brasil y Argentina frente a la presión de Estados Unidos sobre Venezuela quedaron en evidencia este sábado durante la cumbre del Mercosur realizada en Foz de Iguazú. Aunque la situación venezolana no hacía parte de la agenda oficial del encuentro, las recientes declaraciones del expresidente estadounidense Donald Trump reactivaron el debate y provocaron posturas opuestas entre Luiz Inácio Lula da Silva y Javier Milei.
Trump aseguró en una entrevista con NBC News que no descarta una acción militar contra Venezuela, lo que trasladó la atención del foro regional hacia el conflicto político y diplomático en torno al gobierno de Nicolás Maduro.
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En su intervención, el presidente brasileño alertó sobre las consecuencias que tendría una eventual intervención militar en Venezuela y advirtió que Sudamérica vuelve a sentir la presión de actores extrarregionales.
“Más de cuatro décadas después de la Guerra de las Malvinas, el continente sudamericano vuelve a verse acosado por la presencia militar de una potencia extrarregional”, afirmó Lula. Según el mandatario, una acción armada en Venezuela “sería una catástrofe humanitaria para el hemisferio y un precedente peligroso para el mundo”.

Lula insistió en que cualquier salida a la crisis venezolana debe pasar por mecanismos diplomáticos y reiteró su disposición a facilitar un diálogo entre Washington y Caracas, una iniciativa que también ha sido respaldada por el gobierno de México.
En contraste, el presidente argentino Javier Milei expresó un respaldo explícito a la estrategia de presión impulsada por Estados Unidos. Durante su discurso, el mandatario calificó al gobierno venezolano como una dictadura y sostuvo que las acciones promovidas por Washington son necesarias para “liberar al pueblo venezolano”.
“La Argentina saluda la presión de los Estados Unidos y de Donald Trump”, afirmó Milei, al tiempo que aseguró que el tiempo de adoptar posturas moderadas frente a la situación venezolana ya se agotó. Además, instó a los demás países del bloque a acompañar esta línea.

Otras posturas en el Mercosur
El debate también generó reacciones de otros mandatarios presentes en la cumbre. El presidente de Uruguay, Yamandú Orsi, expresó la disposición de su país a colaborar en la “restauración pacífica del orden institucional y democrático” en Venezuela, subrayando el respeto al derecho internacional, la soberanía de los Estados y la resolución pacífica de controversias.
Por su parte, el presidente de Panamá, José Raúl Mulino, reiteró el compromiso de su gobierno con la democracia en la región y señaló que la inestabilidad persiste en países donde no se respetan los resultados electorales o no se garantizan procesos transparentes.
La confrontación discursiva entre Lula y Milei reflejó las divisiones internas del Mercosur frente al papel de Estados Unidos en América Latina y la manera de abordar la crisis venezolana. Aunque el bloque no adoptó una posición común sobre el tema, el intercambio dejó en evidencia que Venezuela continúa siendo un punto de tensión central en la agenda regional, aun cuando no figure formalmente en los comunicados finales.






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