El presidente Gustavo Petro se pronunció este jueves sobre la decisión judicial que ordenó el envío a prisión del exministro de Hacienda Ricardo Bonilla, en el marco de las investigaciones por el escándalo de corrupción en la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD).

Petro recordó que la magistrada Aura Rosero, quien tomó la decisión, fue la misma que en su momento “puso en libertad a Uribe”, y aunque evitó calificar jurídicamente el fallo, aseguró que se sintió “burlada la juez de primera instancia”. Para el jefe de Estado, existe una contradicción evidente entre ambas determinaciones.

El presidente enfatizó en las condiciones personales y de salud de Bonilla, señalando que tiene 76 años y que recientemente estuvo en una unidad de cuidados intensivos. “Lo ha puesto en peligro”, afirmó Petro, al tiempo que subrayó que el exministro “jamás ha tenido un solo inconveniente con la justicia” antes de este proceso.

En su declaración, el mandatario negó de manera categórica que Bonilla haya participado en la asignación de cupos indicativos a congresistas. “Jamás hizo un cupo indicativo”, aseguró, y recordó que fue él mismo quien denunció y expuso ese mecanismo en gobiernos anteriores, cuando, según dijo, descubrió partidas ocultas durante la administración de Andrés Pastrana y posteriormente las combatió también en el gobierno de Juan Manuel Santos.

Petro explicó que, durante la discusión del Presupuesto General de la Nación, el entonces ministro de Hacienda se limitó a reunirse con los ponentes de la ley y con la comisión interparlamentaria de crédito, como lo establece el procedimiento institucional. Añadió que los proyectos solicitados por congresistas no se aprueban directamente en el presupuesto, sino que corresponden a partidas globales cuya ejecución depende del Ejecutivo.

Finalmente, el presidente insistió en que en su Gobierno no se giraron recursos que pudieran convertirse en cupos indicativos y recordó que fue él quien ordenó frenar cualquier financiación irregular y solicitó la salida inmediata del entonces director de la UNGRD. Petro sostuvo que esas decisiones buscaban precisamente impedir prácticas corruptas y reiteró que, en su criterio, Ricardo Bonilla no incurrió en los hechos que hoy se le atribuyen.