El presidente Gustavo Petro descartó de manera tajante cualquier posibilidad de una alianza militar entre Colombia y Venezuela, luego de que Nicolás Maduro hiciera un llamado a una “unión perfecta” entre militares de ambos países en nombre de la soberanía regional, en medio de la tensión con Estados Unidos.
La respuesta del mandatario colombiano fue directa, Maduro no tiene autoridad para impartir instrucciones a las Fuerzas Militares de Colombia. “Maduro no tiene por qué darle órdenes a los militares. Mientras eso no pase, nadie puede dar órdenes a otro Ejército. Yo no puedo ordenar nada al Ejército de Venezuela ni allá pueden ordenar al Ejército de Colombia”, afirmó Petro.
Las declaraciones se produjeron un día después de que el líder del régimen venezolano invitara públicamente a los militares colombianos a una articulación binacional para, según dijo, impedir cualquier intervención extranjera y reivindicar la “unión permanente” planteada por Simón Bolívar.
En contexto: Maduro llama a militares colombianos a una “unión perfecta” para enfrentar a EE. UU.
Petro subrayó que cualquier proyecto de integración entre naciones no puede imponerse desde el ámbito castrense ni por decisiones unilaterales de los gobiernos. A su juicio, una unión regional solo sería posible a través de mecanismos democráticos y del poder constituyente de los pueblos.
“La única manera de que estas naciones —Panamá, Ecuador, Colombia y Venezuela— se junten es con el poder constituyente y la asamblea. Mientras eso no pase, no existe ninguna posibilidad de subordinación militar”, insistió el jefe de Estado.
Con ello, el presidente marcó distancia frente al planteamiento de Maduro, en un contexto regional marcado por el aumento de tensiones diplomáticas y militares en el Caribe.
Señalamiento al ELN
En su pronunciamiento, Petro también hizo referencia a la existencia de estructuras armadas binacionales, pero aclaró que estas no corresponden a proyectos legítimos de integración entre Estados.
“La única organización armada binacional integrada por venezolanos y colombianos se llama ELN”, afirmó el mandatario, al tiempo que calificó a ese grupo como enemigo de ambos países y de la región.

Según Petro, el accionar del ELN, particularmente en zonas como el Catatumbo, ha estado ligado al narcotráfico y a la violencia contra la población civil, lo que ha contribuido al aumento de homicidios y a la inestabilidad en territorios fronterizos.
Con este pronunciamiento, el presidente colombiano envía una señal clara de límites frente a Caracas, aun cuando ha insistido en la necesidad de soluciones diplomáticas y regionales ante la crisis venezolana y el rechazo a cualquier intervención extranjera.
La postura de Petro reafirma que, pese a los llamados a la integración latinoamericana, Colombia no aceptará esquemas de cooperación que comprometan la autonomía de sus Fuerzas Armadas ni su soberanía institucional.






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