Carlos Ramón González, exdirector de la Dirección Nacional de Inteligencia (DNI) y prófugo de la justicia colombiana por el caso de corrupción en la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (Ungrd), fue grabado en video mientras asistía y bailaba en un evento oficial promovido por la Cancillería de Colombia en Managua, Nicaragua, pese a tener una circular roja de Interpol vigente.

Las imágenes, reveladas por W Radio, corresponden a una actividad denominada Noche Vallenata, realizada el 11 de diciembre de 2025 en el Teatro Nacional Rubén Darío, específicamente en el Salón de los Cristales. El evento se desarrolló a las 7:00 de la noche y formó parte de una agenda cultural impulsada por el Gobierno colombiano en el país centroamericano.

González es requerido por la justicia colombiana desde julio de 2025, cuando laFiscalía General de la Nación avanzó en su imputación por los delitos de cohecho, peculado por apropiación y lavado de activos, en el marco de las investigaciones por el presunto desvío de recursos públicos de la Ungrd. Desde agosto del mismo año, pesa sobre él una circular roja de Interpol.

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De acuerdo con los registros conocidos, el exfuncionario salió de Colombia antes de que se emitiera la orden de captura y se estableció en Nicaragua, país al que habría llegado en 2024. En mayo de 2025 obtuvo la residencia, cuando ya enfrentaba imputaciones formales, y posteriormente, en agosto, recibió asilo político por parte del régimen de Daniel Ortega.

El Gobierno colombiano ha sostenido que, una vez expedida la orden de captura, se solicitó formalmente la extradición de González a las autoridades nicaragüenses. No obstante, la concesión de asilo político por parte de Nicaragua ha impedido, hasta ahora, su regreso al país para enfrentar los procesos judiciales en su contra.

La presencia del exdirector de la DNI en un evento promovido por la Cancillería de Colombia reabrió interrogantes sobre los controles institucionales y el alcance de la cooperación diplomática en casos de personas requeridas por la justicia. El episodio ocurre en medio de investigaciones en curso y mientras las autoridades colombianas mantienen vigentes las solicitudes judiciales internacionales.