Las reacciones a un mensaje publicado por el excanciller y precandidato presidencial Luis Gilberto Murillo en redes sociales, reactivaron esta semana una controversia política en Colombia, luego de que felicitara a la dirigente opositora venezolana María Corina Machado, por la obtención del Premio Nobel de la Paz. El episodio se produce en un momento de alta sensibilidad regional, marcado por nuevas tensiones entre Estados Unidos y el gobierno de Nicolás Maduro.
Murillo, quien fue canciller durante el gobierno de Gustavo Petro en una etapa compleja de la relación entre Colombia, Venezuela y Estados Unidos, publicó el mensaje a través de su cuenta de X, en el que destacó la importancia de la defensa de las libertades, y de las salidas democráticas y pacíficas a las crisis políticas. En el mismo mensaje señaló que ha mantenido, a lo largo del tiempo, canales de comunicación con Machado para intercambiar visiones sobre la situación regional.
Tras la publicación, sectores de la oposición colombiana cuestionaron el gesto, y lo interpretaron como una señal de incoherencia frente a la política exterior que Murillo defendió, durante su paso por la Cancillería. Desde esos sectores se señaló, que mientras fue jefe de la diplomacia, el excanciller prefirió respaldar una estrategia de diálogo con el gobierno de Nicolás Maduro, y evitar una confrontación directa con Caracas.

No obstante, durante su paso por la Cancillería, Murillo dejó un registro público de pronunciamientos en los que sostuvo que el reconocimiento de los resultados electorales en Venezuela, debía estar condicionado a la publicación de actas y soportes verificables, firmados por autoridades y testigos, como requisito mínimo de legitimidad institucional. En varias ocasiones afirmó, que sin esos elementos, Colombia no podía validar oficialmente los resultados anunciados por el actual gobierno venezolano.
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De forma paralela, y como parte de la estrategia diplomática del Ejecutivo, Murillo mantuvo contactos reservados con distintos sectores de la oposición venezolana, incluida María Corina Machado, en el marco de un enfoque de canales abiertos orientado a facilitar una salida política negociada. Estas gestiones no fueron públicas en su momento debido a la naturaleza confidencial de los procesos diplomáticos, y se desarrollaron mientras Colombia buscaba mantener interlocución tanto con Caracas como con actores opositores.
El excanciller Murillo también había señalado públicamente, en distintas ocasiones, que Colombia evaluaría la posibilidad de otorgar protección o asilo a dirigentes opositores venezolanos perseguidos, en consonancia con los compromisos internacionales en materia de derechos humanos.
El debate generado por el mensaje a la ganadora del Premio Nobel, ocurre en un escenario regional marcado por el endurecimiento del tono de Washington frente a Caracas, y por el resurgimiento de discusiones en Colombia sobre el grado de alineamiento internacional que debería adoptar el país. En ese marco, distintos analistas coinciden en que cualquier gesto relacionado con Venezuela adquiere una carga política adicional y se convierte en punto de disputa interna.
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La controversia también vuelve a situar a Murillo en el radar público, ahora en su condición de precandidato presidencial, pues siendo uno de los principales defensores de una línea diplomática orientada al diálogo y a la contención de conflictos tanto con Caracas como con Washington, tuvo un papel relevante en la desescalada de la crisis diplomática que se produjo a comienzos de 2025 entre Colombia y Estados Unidos, que abrió la posibilidad de sanciones económicas y afectaciones a la cooperación bilateral, y que varios analistas señalan como la más grave de la historia reciente entre ambos países.
Con el inicio del calendario electoral de cara al 2026, episodios como este anticipan que la disputa política y ética por el relato de la política exterior colombiana, seguirá librándose en el tablero venezolano. Y en ese terreno, Luis Gilberto Murillo, con la experiencia más reciente en manejo y contención de crisis diplomáticas internacionales, es un jugador central de esa confrontación.







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