La discusión sobre una eventual transición política en Venezuela abrió un nuevo flanco diplomático para Colombia. La canciller Rosa Villavicencio aseguró que el Gobierno de Gustavo Petro no descarta ofrecer asilo político al mandatario venezolano Nicolás Maduro, siempre que esta medida haga parte de un acuerdo más amplio promovido por Estados Unidos para destrabar la crisis en Caracas.

En diálogo con Caracol Radio, Villavicencio explicó que cualquier salida negociada deberá venir acompañada de garantías para el propio Maduro, incluidas opciones de residencia fuera de su país. En ese escenario, Colombia podría convertirse en un destino posible.

“En el momento de tensión que existe, hay que negociar. Y si Estados Unidos exige una transición o un cambio, es algo que ellos deben valorar. Si esa salida implica que deba vivir en otro país o pedir protección, Colombia no tendría por qué decirle que no”, afirmó Villavicencio.

La canciller, sin embargo, matizó que un eventual asilo no sería necesariamente la primera alternativa del líder venezolano. En casos similares, los mandatarios cuestionados han optado por países más distantes y con mayor capacidad de protección diplomática, como Cuba o Rusia. No obstante, dejó claro que Bogotá mantendría las puertas abiertas si el pedido se formaliza en el marco de un acuerdo internacional.

Villavicencio insistió en que la prioridad del Gobierno colombiano es que Venezuela avance hacia una transición “ordenada, institucional y pacífica”, una salida que —según dijo— solo es posible si va acompañada de compromisos multilaterales y garantías tanto para el régimen como para la oposición.

Colombia, que ha participado activamente en los esfuerzos regionales para reactivar el diálogo entre los actores venezolanos, sostiene que cualquier fórmula de transición debe evitar un nuevo ciclo de inestabilidad. Por eso, la canciller recalcó que las conversaciones deberán contemplar incentivos claros para que Maduro acepte dejar el poder.

Mientras continúan los contactos diplomáticos, la declaración de la canciller reavivó el debate interno sobre la postura del Gobierno Petro frente al régimen venezolano y sobre el papel que Colombia podría desempeñar en el cierre de uno de los conflictos políticos más prolongados de la región.