María Corina Machado, líder opositora venezolana y reciente ganadora del Premio Nobel de la Paz, regresó este jueves a la escena pública internacional después de un año en la clandestinidad. La dirigente llegó a Oslo en la madrugada, tras salir de Venezuela mediante una operación coordinada bajo estrictas medidas de seguridad y con respaldo de Estados Unidos, según ella misma confirmó.

Machado no alcanzó a asistir a la ceremonia de entrega del Nobel el miércoles, por lo que su hija, Ana Corina Sosa, recibió el galardón y leyó el discurso preparado para la ocasión. Horas después de aterrizar en el aeropuerto de Gardermoen, la opositora salió al balcón del Grand Hotel para saludar a decenas de venezolanos que la esperaban entre cantos por la libertad.

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La dirigente explicó que su salida comenzó a inicios de semana, cuando abandonó Caracas disfrazada para evitar ser capturada por las autoridades venezolanas, que la investigan por presunta “traición a la patria”.

Durante su trayecto hizo escala en Curazao y luego viajó hacia Maine, antes de llegar finalmente a Oslo. “Hubo personas que arriesgaron sus vidas para que yo pudiera estar aquí”, afirmó durante su rueda de prensa junto al primer ministro noruego, Jonas Gahr Støre.

Machado vive oculta desde agosto de 2024, después de protestas que siguieron a la tercera reelección de Nicolás Maduro, proceso que ella denunció como fraudulento. Desde entonces había evitado cualquier aparición pública debido a amenazas y a la advertencia de la Fiscalía venezolana de que sería considerada fugitiva si intentaba salir del país.

Señalamientos sobre presencia extranjera

En su primera intervención pública del año, la opositora aseguró que Venezuela “ya ha sido invadida”, en referencia a la presencia de agentes rusos, iraníes y grupos armados que, según ella, operan en apoyo del gobierno venezolano. También pidió frenar los recursos que, en su opinión, alimentan estructuras represivas dentro del país.

La conferencia se produjo en un contexto de creciente tensión entre Washington y Caracas, marcado por operativos estadounidenses en el Caribe contra embarcaciones vinculadas al narcotráfico. Las acciones militares han generado preocupación en sectores venezolanos, mientras que figuras de la oposición consideran que la presión internacional podría acelerar cambios políticos en Venezuela.

Machado también agradeció el reconocimiento del Comité Noruego del Nobel, que destacó su “defensa de los derechos democráticos y su lucha por una transición pacífica”. El discurso leído por su hija insistió en denunciar violaciones a los derechos humanos documentadas por organismos internacionales.

La opositora no ofreció detalles sobre su eventual regreso a Venezuela. Su presencia en Oslo abre un nuevo capítulo en su disputa con el gobierno de Maduro, mientras persisten interrogantes sobre las condiciones de seguridad que enfrentaría si decidiera volver. El desarrollo del caso permanece abierto.