El presidente Gustavo Petro volvió a intervenir en el debate sobre la crisis venezolana al proponer una amnistía general para Nicolás Maduro y la creación de un gobierno de transición que incluya a todos los sectores políticos. Su planteamiento surgió tras la decisión del régimen de retirarle el pasaporte al cardenal Baltazar Porras cuando intentaba viajar a España, un hecho que generó nuevas críticas a Caracas.

El mandatario colombiano aseguró que la defensa de Venezuela no puede centrarse únicamente en el alistamiento militar frente a una eventual agresión externa. Según dijo, el país necesita “una revolución democrática” y no “represiones ineficientes”, insistiendo en que la salida a la crisis debe darse por la vía de una mayor apertura política.

Petro afirmó que “el problema de Venezuela es más democracia” y sostuvo que ha llegado el momento de impulsar una transición amplia que permita la participación de “todos y todas”. Para él, un acuerdo político con garantías sería la forma de evitar una escalada de tensiones y abrir paso a una gobernabilidad legítima.

El presidente reiteró además sus críticas al despliegue militar de Estados Unidos en el Caribe y a las amenazas de una posible invasión. Señaló que “la patria de Bolívar no debe ser invadida ni por extranjeros, ni por retóricas vacías, ni por cárceles del alma”, y enfatizó que la soberanía debe protegerse mediante mecanismos democráticos.

Petro recordó que, durante la Segunda Guerra Mundial, los pueblos europeos lograron sobreponerse a la invasión de Hitler gracias a grandes pactos sociales que garantizaron seguridad, mejores condiciones laborales y participación política, lo que cimentó la democracia en el periodo de posguerra. Con ese paralelo, sostuvo que Venezuela necesita un acuerdo interno de igual profundidad.

Con sus declaraciones, Petro busca reactivar la discusión sobre un camino democrático para Venezuela y se alinea con una estrategia que apela a la reconciliación política antes que a la presión militar o judicial. El debate ahora queda en manos de los actores internos venezolanos y de su capacidad para avanzar hacia una transición negociada.