El presidente Gustavo Petro aprovechó dos recientes ceremonias de promociones militares para proponer una reforma integral al sistema de ascensos en las Fuerzas Militares y en la Fuerza Pública, planteando un modelo que elimine decisiones discrecionales y priorice criterios estrictamente meritocráticos.

Durante los actos realizados en la Fuerza Aeroespacial Colombiana y en la Escuela Militar Marco Fidel Suárez, el mandatario expuso que el sistema vigente no garantiza una verdadera meritocracia, pues, según dijo, aún depende de valoraciones personales dentro de la jerarquía. Petro afirmó que, con el modelo actual, un oficial puede quedar por fuera de un ascenso simplemente por no tener afinidad con determinados mandos, algo que calificó como injusto.

El jefe de Estado propuso reemplazar esa lógica por un sistema de puntajes acumulados a lo largo de toda la carrera militar. El mecanismo, según explicó, debería medir el desempeño y la trayectoria desde el ingreso a la institución y no únicamente en el momento previo al ascenso. “Puntajes durante la vida militar, no en el último momento”, señaló Petro, insistiendo en que un modelo cuantificable permitiría determinar de manera objetiva quién avanza al siguiente grado.

El presidente también dio una instrucción directa al almirante Francisco Cubides, comandante general de las Fuerzas Militares, para que estudie alternativas que permitan materializar este cambio. La idea es sustituir el proceso actual, en el que los generales definen ascensos de sus subalternos, por un sistema técnico que evalúe capacidades, desempeño y formación acumulada.

En su intervención, Petro cuestionó los márgenes de subjetividad que aún persisten, señalando que las decisiones no deben depender de criterios personales del presidente o de los altos mandos. Además, envió un mensaje a los uniformados en proceso de retiro, indicando que deben hacerlo con dignidad y sin involucrarse en cálculos políticos que busquen un eventual regreso bajo un gobierno distinto.

La propuesta presidencial abre la puerta a una transformación profunda en la estructura de ascensos, un tema históricamente sensible dentro de la institución, y plantea un debate sobre la forma en que se mide la carrera militar en Colombia.