La FIFA entregará este viernes, durante el sorteo oficial del Mundial 2026 en Washington, la primera edición de su recién creado Premio FIFA de la Paz, un reconocimiento anual que busca destacar a figuras que hayan promovido la unidad y la convivencia global. Sin embargo, la iniciativa llega envuelta en cuestionamientos, especialmente ante la posibilidad de que el galardonado sea el presidente estadounidense Donald Trump.

La creación del premio fue anunciada por el presidente de la FIFA, Gianni Infantino, quien aseguró que la distinción busca “unir a la gente de todo el mundo”. La entidad no ha revelado quién conforma el comité evaluador ni bajo qué criterios fue seleccionada la primera persona homenajeada, lo que ha alimentado dudas sobre la transparencia del proceso.

La especulación sobre Trump como receptor del galardón se da en un contexto internacional tenso. En las últimas horas, su administración confirmó el bombardeo número 22 contra una lancha en el Caribe, que dejó cuatro personas muertas, además de nuevos ataques cerca de las costas de Buenaventura en el marco de la ofensiva militar contra el narcotráfico anunciada en septiembre. Según cifras oficiales, estas operaciones ya dejan más de 80 fallecidos.

La expectativa en torno al premio también coincide con el anuncio inminente del Nobel de Paz, para el cual Trump habría expresado interés en repetidas oportunidades. Medios internacionales han señalado que la Casa Blanca promovió la idea —calificada por expertos como engañosa— de que el mandatario “detuvo siete guerras” en el mundo.

La relación Infantino–Trump, bajo la lupa

La proximidad entre Infantino y Trump ha generado comentarios entre analistas deportivos y políticos. Para la FIFA, mantener una relación fluida con Estados Unidos es estratégico. El país será la sede con más ciudades anfitrionas del Mundial 2026, con 11 urbes involucradas, entre ellas Chicago, Miami, Los Ángeles y Nueva York.

La política interna estadounidense también toca el evento. Esta semana, Andrew Giuliani, jefe del grupo de trabajo de la Casa Blanca para el Mundial, afirmó que no se descartan redadas migratorias durante el torneo, una advertencia que ha elevado las preocupaciones sobre el tratamiento a extranjeros en las sedes del campeonato.

A pesar del clima internacional y de las críticas, la FIFA sigue adelante con la ceremonia en la que Trump, según lo previsto, será el único presidente en intervenir públicamente. Para la organización, el lanzamiento del Premio de la Paz se presenta como una apuesta por la diplomacia deportiva; para sus detractores, como un gesto político en medio de una coyuntura delicada.

El sorteo de este viernes abre oficialmente el camino al Mundial 2026, pero llega acompañado del ruido sobre si la FIFA está reconociendo esfuerzos reales por la paz o respondiendo a intereses geopolíticos.