La excongresista Aida Merlano Rebolledo fue condenada a 42 meses de prisión por el delito de fuga de presos, tras un preacuerdo firmado entre su defensa y la Fiscalía. La decisión fue emitida en la mañana del viernes 5 de diciembre por un despacho judicial de Bogotá, seis años después de la escapada que conmocionó al país.

La jueza del caso avaló el acuerdo al considerar que cumplía con los requisitos constitucionales y legales. En la audiencia, recordó que Merlano aceptó su responsabilidad en la fuga ejecutada el 1 de octubre de 2019, cuando se lanzó por una ventana de un consultorio odontológico en el norte de Bogotá y huyó en una moto conducida por un supuesto domiciliario.

La excongresista, privada de la libertad desde hace siete años y recluida actualmente en una guarnición militar por otras dos condenas previas (compra de votos y violación de topes electorales), ofreció disculpas durante la audiencia al reconocer sus errores. Aseguró sentirse arrepentida por los delitos que la llevaron inicialmente a prisión y relató las condiciones adversas que vivió durante los tres años que permaneció detenida en Venezuela.

Su defensa solicitó que la pena sea cumplida en detención domiciliaria, argumentando arraigo y buen comportamiento durante su tiempo en custodia, tanto en Colombia como en el país vecino.

La condena a su hija, Aida Victoria Merlano

La decisión contra Merlano madre se conoce meses después del fallo que afectó a su hija, Aida Victoria Merlano. En marzo de 2024, el Tribunal Superior de Bogotá condenó a la influenciadora a 13 años de prisión por su rol en la fuga, aumentándole la pena inicial de siete años.

El tribunal concluyó que la joven tuvo una “actitud persuasiva” y un “aporte esencial” para que su madre escapara, al involucrar a su hermano menor, de 17 años en ese entonces, para distraer a los guardias del Inpec y entregar los elementos necesarios para la evasión. La defensa de Aida Victoria ya presentó recurso ante la Corte Suprema de Justicia.

La condena a Aida Merlano cierra uno de los capítulos más controvertidos en la historia reciente del sistema penitenciario colombiano, aunque aún quedan procesos derivados y apelaciones que continuarán desarrollándose en las altas cortes.