Verónica Alcocer, esposa del presidente Gustavo Petro, reapareció públicamente este jueves con un mensaje en el que denunció persecución, ataques personales y afectaciones a su reputación, luego de que su nombre fuera incluido en la Lista Clinton y en medio del ruido político generado por un reportaje del diario sueco Expressen.
“Duele profundamente cuando la persecución y la calumnia intentan quebrar la verdad, la justicia y tu buen nombre. Duele cuando, aun conociendo los hechos, persisten los señalamientos”, escribió en un mensaje publicado en sus redes sociales.
Alcocer aprovechó la declaración para enviar un mensaje sobre el clima de hostilidad en plataformas digitales. “Como sociedad, necesitamos detenernos y reflexionar sobre lo que estamos construyendo en las redes sociales: el odio y la mentira no pueden convertirse en las fuerzas que guíen nuestra convivencia. Necesitamos reconstruirnos desde el respeto, la empatía y la verdad”, señaló.

Antecedentes: Lista Clinton y reportaje de Expressen
La controversia alrededor de Alcocer escaló desde finales de noviembre, cuando el Departamento del Tesoro de Estados Unidos incluyó al presidente Gustavo Petro y a personas de su círculo cercano, entre ellas, a la primera dama, en la denominada Lista Clinton.
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El episodio se intensificó tras la publicación de Expressen, que describió supuestas excentricidades y gastos de Alcocer durante su estadía en Estocolmo, información que rápidamente fue replicada por sectores políticos y en redes sociales.
A la polémica se sumaron versiones que sugerían que Alcocer pudo haber tenido algún grado de influencia en los acercamientos entre el Gobierno colombiano y Saab, fabricante de los aviones Gripen recientemente adquiridos por el país.
Aunque no existe evidencia formal que la vincule con decisiones técnicas o contractuales, y pese a que tanto Saab como el Gobierno descartaron la existencia de intermediarios o gestiones externas, las acusaciones circularon ampliamente en redes y fueron utilizadas por críticos del Ejecutivo.

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La declaración de Alcocer marca su primera reacción pública tras semanas de controversia. Su mensaje busca, por un lado, tomar distancia de las acusaciones en su contra y, por otro, advertir sobre el impacto del clima de hostilidad digital en figuras públicas, instituciones y entornos familiares.
Su publicación deja abierta la puerta a un nuevo capítulo político en torno a las repercusiones de la Lista Clinton, el informe de Expressen y los cuestionamientos sobre la negociación de los Gripen, mientras el Gobierno insiste en que no hubo irregularidades.







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