El Gobierno colombiano rechazó de manera contundente las declaraciones del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien insinuó posibles acciones militares contra países que “trafiquen drogas y nos vendan”, mencionando directamente a Colombia por la producción de cocaína.
La Cancillería expresó su “gran preocupación” por la advertencia del mandatario estadounidense y subrayó que cualquier intento de intervención externa constituye una amenaza directa a la soberanía del país. En un comunicado, reiteró que Colombia mantiene un “compromiso indeclinable” con la lucha contra el narcotráfico, basada en un enfoque integral, equilibrado y respaldado en evidencia científica.
El Ministerio también enfatizó que el sistema internacional de fiscalización de drogas debe considerar los derechos humanos, la salud pública, el medio ambiente y la protección de poblaciones vulnerables, como pueblos indígenas, afrodescendientes y comunidades campesinas.
La reacción se produjo luego de que Trump afirmara que los países que produzcan o comercialicen drogas hacia Estados Unidos podrían convertirse en blancos de ataques terrestres. “He oído que Colombia, el país de Colombia, produce cocaína. Tienen plantas de fabricación. Y luego nos venden cocaína”, señaló el presidente estadounidense, encendiendo alarmas en la región.
El gobierno colombiano respondió recordando que la política antidrogas solo puede avanzar mediante cooperación internacional y respeto mutuo. “Reafirmamos nuestro compromiso con la paz, la soberanía nacional y el derecho internacional. Rechazamos cualquier amenaza de agresión externa que vulnere la dignidad y la integridad del pueblo colombiano”, indicó la Cancillería.
El presidente Gustavo Petro fue aún más directo al calificar las declaraciones como una “declaración de guerra” contra Colombia, advirtiendo que el país defenderá su soberanía frente a cualquier intento de intervención. También insistió en que el combate al narcotráfico debe ser un esfuerzo multilateral, no una imposición unilateral desde Washington.
Las afirmaciones de Trump generaron preocupación entre analistas y diplomáticos en América Latina, que ven en este tipo de discursos un aumento de la tensión bilateral y un retroceso en los esfuerzos de cooperación regional en materia de seguridad. El Gobierno colombiano, por su parte, reiteró su llamado a resolver las diferencias mediante el diálogo y el respeto al derecho internacional.








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