El ministro del Interior, Armando Benedetti, denunció que su teléfono celular fue intervenido con Pegasus, el software espía desarrollado por la empresa israelí NSO Group y utilizado en múltiples países para vigilancia de alto nivel. Según explicó, la infiltración fue detectada por un investigador privado contratado directamente por él, y no por las agencias de inteligencia del Estado.

Benedetti señaló en entrevista con La W que recurrió a un perito externo por la falta de confianza en la capacidad de respuesta de las instituciones encargadas. El experto analizó su dispositivo durante varias horas, conectándolo a un software de detección especializado que, según el ministro, permitió confirmar la presencia del programa espía. El informe técnico y el “elemento electromagnético” que prueban la infiltración ya están listos para ser entregados a la Fiscalía.

El ministro describió a Pegasus como un sistema capaz de activar micrófono, cámara y transferir información del teléfono infectado mediante tácticas que incluyen llamadas perdidas. Añadió que el software manipula los registros del dispositivo para ocultar su rastro. “Ponen fechas viejas. No se sabe cuándo entró”, afirmó.

La denuncia ha generado preocupación dentro del Gobierno por las implicaciones que tiene para la seguridad de altos funcionarios. Benedetti aseguró que el hallazgo ha afectado su vida personal y laboral. “Todo el mundo se asustó de hablar conmigo. Nadie quiere ni tomarse un tinto”, dijo, señalando que algunos temen posibles sanciones internacionales derivadas de interactuar con él.

El ministro también recordó que Pegasus habría sido adquirido durante el gobierno de Iván Duque. En varias oportunidades, el presidente Gustavo Petro ha afirmado que la Dirección de Inteligencia Policial habría comprado el software entre junio y octubre de 2021 por 11 millones de dólares. Según Petro, la herramienta habría sido utilizada para interceptar comunicaciones de su campaña presidencial.

Benedetti aseguró que este episodio se suma a un clima de presiones y señalamientos que ha enfrentado recientemente, incluyendo el seguimiento con drones, sobrevuelos antes de operativos y ataques políticos. “No es que parezca, es que me cayó la roya”, concluyó.