La Registraduría Nacional estableció las fechas, procedimientos y límites que deberán seguir los partidos, movimientos y grupos significativos de ciudadanos que decidan realizar consultas internas de cara a las elecciones presidenciales de 2026. El proceso inicia este año con una serie de plazos estrictos que determinarán la realización de estas jornadas.

Según lo dispuesto por la entidad, las colectividades políticas tienen hasta el 4 de diciembre de 2025 para informar si adelantarán consultas. Además, deberán remitir antes del 18 de diciembre los mecanismos de participación interna que usarán para escoger a sus candidatos o tomar decisiones dentro de sus estatutos.

La Registraduría también fijó el 2 de enero de 2026 como fecha límite para que los partidos ajusten sus estatutos, en caso de requerirlo, con el fin de definir formalmente el método de selección que aplicarán durante las consultas.

En paralelo, la entidad recordó que, si alguna organización decide adelantar una consulta presidencial, los precandidatos deberán inscribirse ante la Registraduría a más tardar el 4 de diciembre de este año, fecha que coincide con el cierre del plazo para solicitar la realización de estos procesos.

En la hoja de ruta definida por el organismo electoral, las consultas internas se desarrollarán entre el 4 de marzo y el 8 de marzo de 2026, dependiendo de lo que determine cada colectividad. El Consejo Nacional Electoral (CNE) tendrá hasta el 6 de febrero de 2026 para pronunciarse sobre la validez de las preguntas que presenten los partidos, en caso de que el mecanismo incluya este tipo de votación.

Uno de los anuncios más relevantes lo hizo el registrador nacional, Hernán Penagos, quien confirmó que todas las consultas se unificarán en una única tarjeta electoral. La decisión, explicó, responde a la necesidad de proteger el secreto del voto: solicitar una tarjeta diferenciada por partido o coalición podría revelar la inclinación ideológica del votante.

Con el calendario oficializado, los partidos entran ahora en la etapa decisiva para organizar sus procesos internos. La definición de reglas, la inscripción de precandidatos y la implementación de una tarjeta única marcan el inicio de un ciclo electoral que pondrá en marcha las primeras decisiones de cara a la contienda presidencial de 2026.