El Gobierno de Venezuela respondió con un fuerte pronunciamiento al mensaje publicado por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en su red social Truth Social, en el que pidió a todas las aerolíneas “considerar cerrado el espacio aéreo de Venezuela”. El anuncio fue interpretado por Caracas como una agresión directa a su soberanía y un intento de ejercer jurisdicción extraterritorial.

En su publicación, Trump escribió: “A todas las aerolíneas, pilotos, narcotraficantes y traficantes de personas: les rogamos que consideren que el espacio aéreo sobre Venezuela y sus alrededores permanecerá cerrado en su totalidad”. El mensaje, difundido el 29 de noviembre, se dio en medio de ejercicios militares estadounidenses en la región, enfocados en operaciones contra el denominado Cartel de los Soles.

En contexto: “Consideren el espacio aéreo de Venezuela cerrado”, afirma Donald Trump

La administración venezolana respondió mediante un comunicado oficial en el que aseguró que las palabras del mandatario estadounidense constituyen una “amenaza colonialista” y un acto “extravagante, ilegal e injustificado”. También afirmó que el mensaje representa “una amenaza explícita de uso de la fuerza”, prohibida por el Derecho Internacional y por el artículo 2 de la Carta de las Naciones Unidas.

El Gobierno de Nicolás Maduro denunció que Estados Unidos está intentando interferir en su integridad territorial y en la seguridad aeronáutica del país, y sostuvo que ninguna autoridad extranjera tiene competencia para condicionar el uso del espacio aéreo venezolano. Según el comunicado, la medida ordenada por Washington ha afectado incluso los vuelos del Plan Vuelta a la Patria, que ha repatriado a más de 13.000 migrantes en los últimos años.

Además del rechazo directo al mensaje de Trump, Venezuela hizo un llamado a la comunidad internacional y a las Naciones Unidas para que condenen lo que calificó como una acción unilateral que pone en riesgo la estabilidad regional. El Gobierno insistió en que mantendrá el control sobre su espacio aéreo y que defenderá su soberanía “protegida por el Derecho Internacional”.

El pronunciamiento concluyó señalando que este tipo de acciones “amenazan la paz continental” y reiteró que el país no aceptará órdenes ni injerencias provenientes del exterior.