La más reciente entrevista del expresidente Álvaro Uribe Vélez en Revista Semana, dejó un matiz inusual en el panorama político, un reconocimiento directo y respetuoso hacia el excanciller y precandidato presidencial Luis Gilberto Murillo, a quien describió como “un hombre bueno” y con quien asegura mantener una relación de aprecio desde hace décadas.
El diálogo, conducido por Yesid Lancheros, marcó la primera aparición de Uribe en un medio nacional tras un prolongado silencio. A lo largo de la conversación, el exmandatario clasificó a los aspirantes presidenciales de izquierda y centro, entre “petristas declarados”, categoría en la que ubicó a figuras como Iván Cepeda, y “petristas sospechosos”, un grupo sobre el que evitó profundizar. Sin embargo, enfatizó que Murillo no pertenece a ninguno de esos segmentos.
Consultado de manera específica por el excanciller, Uribe respondió sin rodeos: “Tengo un tema con él y lo aprecio. (…) Es un hombre bueno. Pero tampoco lo voy a poner en los petristas sospechosos, tampoco en los declarados como Cepeda. (…) Lo aprecio mucho y quiero mucho al gran pueblo chocoano”.

En contraste con otras referencias de la entrevista, el tono hacia el excanciller fue notoriamente diferente. Sobre Roy Barreras, Uribe respondió con ironía: “Yo tenía el pelo… hoy lo tengo blanco”. Frente a Claudia López, se limitó a decir su frase insignia: “Siguiente pregunta”. Murillo, en cambio, fue uno de los pocos precandidatos por fuera del espectro de derecha, a quien mencionó en términos positivos, un matiz singular dentro de una conversación marcada por críticas y reservas hacia la mayoría de aspirantes.
«Hay que respetar las reglas del juego»
El expresidente también se refirió a los límites que tiene para respaldar a determinados precandidatos. Al ser consultado por Abelardo de la Espriella, afirmó que no podía apoyarlo porque debía “respetar las reglas del partido”. En el caso de Luis Gilberto Murillo, aunque no mencionó explícitamente esa misma razón, sí reiteró que tampoco podía respaldarlo. La coincidencia en sus respuestas sugiere que aplica el mismo criterio para ambos, y es la restricción de apoyar únicamente a aspirantes de su colectividad. En sus palabras: “Hay otra categoría de gente buena, como el doctor Luis Gilberto Murillo, pero no lo puedo apoyar”.

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¿El verdadero centro político?
Los comentarios del exmandatario se suman a los gestos positivos que Murillo ha recibido desde sectores muy distintos. Tanto Gustavo Petro como Álvaro Uribe, líderes ubicados en orillas opuestas, han hablado de él en términos favorables, resaltando su trayectoria y su carácter.
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Este tipo de coincidencia, excepcional en el clima polarizado del país, ha reforzado la percepción de Murillo como una figura con capacidad de interlocución transversal, y con un perfil de centro que resulta aceptable para líderes que normalmente no coinciden en su valoración de ningún actor político. Un elemento que contribuye a su posicionamiento como uno de los pocos precandidatos capaces de recibir valoraciones positivas desde extremos tradicionalmente irreconciliables.







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