El presidente Gustavo Petro cuestionó con dureza la decisión del mandatario estadounidense Donald Trump de indultar al expresidente hondureño Juan Orlando Hernández, condenado en 2024 a 45 años de prisión en Estados Unidos por narcotráfico. Para Petro, la medida contradice el discurso antidrogas de Washington y envía un mensaje desalentador a quienes enfrentan a las organizaciones criminales.

En un mensaje publicado en X, el jefe de Estado afirmó: “Indultar un narcotraficante es desmoralizante para quienes hemos arriesgado la vida luchando contra el narcotráfico”. Sus palabras surgieron luego de que Trump anunciara un “indulto total y completo” para Hernández, alegando que había sido tratado de manera “severa e injusta”.

Hernández, extraditado desde Honduras en 2022, fue hallado culpable por un tribunal federal de conspirar para traficar cocaína hacia Estados Unidos y de recibir dinero del narcotraficante Joaquín “el Chapo” Guzmán para financiar fraudes electorales. La sentencia lo convirtió en uno de los casos más emblemáticos del involucramiento de élites políticas en redes criminales en Centroamérica.

Petro señala incoherencias en el discurso antidrogas de Trump

El mandatario colombiano recordó también que Trump había expresado recientemente su intención de “destruir fábricas de cocaína”, una propuesta ante la cual respondió con una invitación directa.“Nosotros destruimos un promedio de nueve laboratorios por día. Invito al presidente Trump a visitar mi país y nos vamos juntos a destruir fábricas de cocaína”, escribió en X.

Para Petro, el indulto al expresidente hondureño contradice la presión que Estados Unidos ejerce sobre los países andinos para intensificar sus operaciones contra el narcotráfico.

Otras reacciones en la región

La decisión de Trump provocó reacciones inmediatas en la región. El expresidente ecuatoriano Rafael Correa calificó el indulto como una muestra de la “hipocresía” de la política antidrogas de Estados Unidos, al afirmar que la severidad de las acusaciones depende de si un líder político es “amigo o enemigo” de Washington. Desde Honduras, la presidenta Xiomara Castro evitó referirse directamente al caso, pero destacó en un mensaje la defensa de la soberanía, la democracia y los avances económicos y sociales de su administración a pocos días de las elecciones del 30 de noviembre.

En Estados Unidos, el congresista demócrata Joaquín Castro también cuestionó duramente la medida, recordando que Hernández fue hallado responsable del envío de más de 400 toneladas de cocaína y lo describió como líder de una de las redes criminales “más grandes y violentas del mundo”, lo que a su juicio evidencia una contradicción total con cualquier discurso sobre la lucha contra el narcotráfico.

La controversia por el indulto no solo reaviva el debate sobre la coherencia de la política antidrogas de Estados Unidos, sino que también expone las tensiones diplomáticas y políticas que persisten en la región frente a la figura de Juan Orlando Hernández. Con las críticas en aumento y la Casa Blanca evitando profundizar en los fundamentos de la decisión, el caso se perfila como un nuevo punto de fricción en la relación de Washington con América Latina y deja en el centro del debate la credibilidad de los esfuerzos internacionales contra el narcotráfico.