El Tribunal Superior de Antioquia revocó la absolución que había recibido en 2024 el ganadero Santiago Uribe Vélez y lo condenó en segunda instancia a 28 años y tres meses de prisión por su responsabilidad en la conformación y operación del grupo paramilitar conocido como Los 12 Apóstoles. La decisión, de 307 páginas, reconfigura uno de los procesos judiciales más sensibles en torno al hermano del expresidente Álvaro Uribe.
La Sala Penal determinó que Uribe fue “líder y dirigente” del grupo, al que se le atribuyen numerosos homicidios perpetrados en Yarumal y municipios cercanos en los años noventa. Aunque la condena formal incluye un homicidio —el de Camilo Barrientos— y los delitos de concierto para delinquir y lesa humanidad, el tribunal lo vincula con la totalidad de crímenes atribuidos al aparato criminal.
Pese a la gravedad de los cargos, Uribe no será privado de la libertad de inmediato. La sentencia solo quedará en firme cuando la Corte Suprema decida sobre el recurso extraordinario de doble conformidad, un derecho que aplica para condenados inicialmente absueltos. El tribunal destacó que el procesado se ha presentado voluntariamente a todas las audiencias mientras ha estado en libertad.
La decisión también ordena a la Fiscalía iniciar el proceso de extinción de dominio sobre la hacienda La Carolina, señalada en el expediente como lugar de entrenamiento y concentración del grupo armado. Para los magistrados, el juez de primera instancia no valoró adecuadamente las pruebas que mostraban la participación de ganaderos y estructuras locales en la formación del grupo paramilitar.

El expresidente Álvaro Uribe reaccionó de inmediato a través de su cuenta en X, afirmando sentir “profundo dolor” por la condena de su hermano y pidiendo la ayuda de Dios ante la decisión judicial.

El fallo también compulsó copias a la Fiscalía contra el abogado Diego Cadena por posibles delitos relacionados con la administración de justicia. Según la Sala, aunque se había indagado por las declaraciones del testigo Juan Carlos Rodríguez Agudelo, no se había profundizado en el rol que pudo haber tenido Cadena en la orientación de su testimonio.
Un caso que regresa al centro del debate jurídico
El proceso contra Santiago Uribe ha perdurado más de dos décadas, atravesando variaciones, testimonios contradictorios y decisiones judiciales dispares. La sentencia del Tribunal Superior reaviva el expediente al sostener que en Yarumal operó un grupo estructurado, con presencia armada, entrenamientos y provisión de armas, y que su epicentro fue la hacienda La Carolina.

El fallo también establece una multa de 6.500 salarios mínimos y niega cualquier beneficio de suspensión de la pena o prisión domiciliaria. Una vez la Corte Suprema se pronuncie, si ratifica la condena, se emitirá orden de captura inmediata.
La decisión marca un nuevo capítulo en un caso que, por su historia y por los nombres involucrados, seguirá siendo uno de los más observados dentro del panorama judicial y político del país.







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