El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, estaría considerando sostener una conversación directa con Nicolás Maduro en medio de un aumento significativo de la presión militar y nuevas designaciones de terrorismo contra figuras cercanas al chavismo. La información fue revelada por Axios, medio especializado en política estadounidense, que cita a funcionarios de la Administración bajo condición de anonimato.

De acuerdo con esas fuentes, Trump ya comunicó a sus asesores que tiene la intención de hablar con Maduro, aunque la llamada no tiene fecha definida y se mantiene “en fase de planificación”. La posibilidad surge justo cuando Washington amplía su estrategia de presión sobre Caracas.

Uno de los funcionarios citados por Axios aseguró que, pese a la escalada reciente, no existe en este momento un plan para capturar o atacar directamente al presidente venezolano. “Nadie planea entrar y dispararle o secuestrarlo (…) no diría que nunca vaya a ser así, pero ese no es el plan ahora”, señaló.

Entre la presión militar y las nuevas designaciones

La potencial llamada coincide con decisiones recientes de la Casa Blanca que han elevado la tensión bilateral. Este lunes, el Departamento de Estado designó al denominado Cartel de los Soles como una Organización Terrorista Extranjera (FTO), lo que implica vincular formalmente a militares de alto rango y a miembros del Gobierno venezolano —incluido Maduro— con actividades de terrorismo y narcotráfico.

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A esto se suma el aumento de despliegues militares estadounidenses en el Caribe, dentro de una operación que busca frenar el tráfico de drogas. Informes citados por Axios indican que EE. UU. ha realizado más de una veintena de ataques contra embarcaciones venezolanas señaladas como parte de rutas ilícitas. Funcionarios estadounidenses admitieron, además, que existen operaciones encubiertas, aunque insisten en que no están orientadas a eliminar físicamente a Maduro.

En paralelo, la Administración Federal de Aviación (FAA) emitió un aviso para que los vuelos comerciales extremen precauciones al sobrevolar Venezuela y zonas del Caribe ante el “riesgo potencial” derivado de la actividad militar. Varias aerolíneas han suspendido temporalmente sus rutas hacia el país.

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Señales mixtas desde Washington

La consideración de una llamada directa con Maduro representa un movimiento inusual dentro de una estrategia marcada durante años por sanciones, presiones diplomáticas y acciones militares. Funcionarios consultados por Axios interpretan la iniciativa como un intento de mostrar que, pese al endurecimiento de la política exterior, la Casa Blanca también está dispuesta a explorar canales diplomáticos de alto nivel.

El eventual diálogo tendría como objetivo central tratar la intensificación del narcotráfico en la región, aunque no se descarta que incluya discusiones sobre eventuales garantías políticas o procesos electorales en Venezuela. “Si Maduro se va, no derramaremos una lágrima”, afirmó otro funcionario citado por el medio, reflejando que el interés de Washington sigue siendo presionar un cambio político pero sin descartar vías negociadas.

La tensión continúa escalando en un escenario en el que Estados Unidos combina despliegue militar, sanciones financieras, designaciones legales y un posible acercamiento directo con el líder venezolano, en un intento por reconfigurar su estrategia frente a Caracas.