El presidente Gustavo Petro reabrió el debate sobre la crisis venezolana al proponer la creación de un gobierno de transición compartido, inspirado en el Frente Nacional colombiano, como mecanismo para evitar un desenlace violento y abrir el camino hacia elecciones libres en el país vecino.
Según Petro, la alternativa para Venezuela pasa por un gobierno transitorio integrado por sectores del chavismo y de la oposición, capaz de producir consensos básicos y generar un mínimo de confianza. Sostiene que este modelo —similar al pacto bipartidista que Colombia adoptó en 1958 para superar una década de guerra partidista— sería la vía para garantizar el retorno a un escenario electoral legítimo.
El mandatario insistió en que tanto el gobierno de Joe Biden como representantes de la oposición venezolana y el propio Nicolás Maduro conocieron la propuesta en reuniones celebradas en Bogotá. El objetivo, afirma, era promover el desmonte de sanciones, acelerar la desescalada política y asegurar comicios competitivos. Ninguno de esos propósitos, dice Petro, se cumplió.
“No se presentó el desbloqueo de Venezuela, ni dejaron participar a Corina, ni le quitaron el precio a la cabeza de Maduro y las elecciones no fueron libres”, señaló, al tiempo que reiteró que “no puede haber elecciones libres en un país bloqueado”.

Críticas a la estrategia de Washington y advertencias sobre una salida militar
Petro responsabilizó parcialmente a la administración Biden por frustrar la construcción de un acuerdo amplio. Según su testimonio, existía una comisión latinoamericana de mediación integrada por México, Brasil y Colombia, pero “el sectarismo reinante y el afán de Biden” impidieron que avanzara.
El presidente colombiano también cuestionó las presiones externas que intentan forzar una transición súbita en Caracas, comparando algunos escenarios con la invasión estadounidense a Panamá en 1989. Una caída abrupta del régimen por la vía armada, advirtió, puede generar un vacío que fortalezca a grupos ilegales y reactive economías ilícitas en ambos países.
“El desmantelamiento violento del Estado venezolano actual traerá un fortalecimiento de los grupos y bandas armadas que buscarán control territorial”, alertó. Para el jefe de Estado, cualquier solución basada en el triunfo de un sector sobre el “exterminio del otro” solo conducirá a una profundización del conflicto.

Llamado final a una transición pactada sin presiones externas
Petro cerró su mensaje con un llamado a que la salida a la crisis venezolana “nazca del pueblo venezolano” y no de presiones internacionales. Reiteró que el único camino viable es un acuerdo político negociado que convoque a la ciudadanía y permita una transición pacífica del poder.
“La voluntad popular amplia”, dijo, debe ser la que decida los términos de esa transición, evitando un escenario de intervención o de ruptura institucional que pueda desbordarse hacia Colombia y la región.
El mensaje del presidente colombiano llega en un momento en el que la situación política en Caracas se ha enrarecido tras unas elecciones cuestionadas, un bloqueo internacional persistente y señalamientos cruzados entre Maduro, la oposición y actores externos. Su propuesta busca reabrir una ventana de diálogo en un panorama marcado por la desconfianza y el riesgo de una escalada mayor.







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