Juan Fernando Cristo oficializó este jueves su candidatura presidencial por el movimiento En Marcha, tras la decisión de la Corte Constitucional que revivió la personería jurídica de la colectividad. El exministro del Interior presentó su aspiración con un mensaje centrado en la moderación, la experiencia y la construcción de consensos en un escenario político marcado por la polarización.

Desde Bogotá, Cristo aseguró que su proyecto busca convocar a sectores del liberalismo que, según él, no se sienten representados por la dirigencia actual. “El momento exige un liderazgo para construir acuerdos y resultados concretos”, afirmó al lanzar su campaña, enfatizando que su propuesta parte del diálogo y no de la confrontación.

En entrevista con Caracol Radio, Cristo rechazó que su trayectoria en los gobiernos de Gustavo Petro y Juan Manuel Santos lo encasille en una corriente política específica. “El tal petrosantismo no existe. Petro es Petro, Santos es Santos y Cristo es Cristo”, dijo, intentando tomar distancia tanto del Ejecutivo como de antiguos aliados.

El aspirante reiteró que su campaña no representa un continuismo de ninguna administración y que su propósito es superar los extremos que han marcado la agenda pública. Enfatizó que no se prestará para discursos radicales: “Conmigo no cuenten para destripar a la izquierda ni para exterminar a la derecha”.

Coaliciones legislativas y diálogo con otros aspirantes

Cristo también confirmó el avance de una coalición para listas al Senado junto a Alianza Verde, Demócratas y Colombia Renaciente, un movimiento que busca fortalecer su presencia legislativa de cara a 2026. Sobre alianzas presidenciales, afirmó que no hay afán y que el límite será el 8 de febrero, fecha tope para definir consultas.

Aunque ha sostenido conversaciones con Iván Cepeda, Roy Barreras y María José Pizarro, evitó anticipar acuerdos y señaló que su prioridad está en construir propuestas antes que coaliciones de nombres. Aun así, su llegada al ruedo lo acerca naturalmente al Frente Amplio, espacio en el que podrían coincidir varias candidaturas de centroizquierda.

El exministro presentó su campaña como una alternativa “moderada, socialdemócrata y reformista”, insistiendo en la necesidad de reducir la tensión política y dejar atrás confrontaciones que, según él, han impedido avances reales en materia social. “No es el momento para liderazgos autoritarios ni para soluciones fáciles”, sostuvo.

Cristo prometió una campaña sin descalificaciones personales y enfocada en resultados. Su apuesta es captar a un electorado que, asegura, está cansado del ruido político y demanda acuerdos concretos.