Donald Trump afirma que «estaría orgulloso» ordenar ataques militares en México y Colombia

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, volvió a escalar su discurso contra el narcotráfico al asegurar que estaría dispuesto a ordenar ataques militares en México y Colombia para destruir instalaciones vinculadas a la producción de drogas. Las declaraciones fueron hechas en la Casa Blanca durante una reunión con Gianni Infantino y el grupo encargado de la organización del Mundial de 2026.

Trump afirmó que su gobierno tiene identificadas rutas, jefes y centros de producción que abastecen el mercado estadounidense. “Estamos perdiendo a cientos de miles de personas por las drogas”, dijo, antes de señalar que estaría “orgulloso” de atacar estructuras en otros países si lo considerara necesario. También sostuvo que tanto demócratas como republicanos aprobarían una operación militar en México.

El mandatario reiteró que su administración ha intensificado acciones contra embarcaciones que, según la Casa Blanca, transportaban drogas por el Caribe. En ese contexto, afirmó que los ataques habrían reducido significativamente el flujo marítimo de narcóticos hacia Estados Unidos.

Colombia, en el centro del discurso

Durante la intervención, Trump extendió el enfoque a Colombia. Aseguró que el país “tiene fábricas de cocaína”, y planteó la posibilidad de destruirlas mediante intervenciones directas. “¿Destruiría esas fábricas? Estaría orgulloso de hacerlo, personalmente”, afirmó, aunque aclaró que no estaba anunciando una decisión inminente.

El mandatario insistió en que su motivación sería “salvar millones de vidas”, una frase que repitió al justificar la posibilidad de operaciones en territorio extranjero. Sus declaraciones se suman a semanas de mensajes enfocados exclusivamente en narcotráfico y seguridad fronteriza.

Un escenario de tensiones diplomáticas y contexto deportivo

Las afirmaciones se dieron en un encuentro enfocado inicialmente en la organización del Mundial de 2026, evento que será sede conjunta de Estados Unidos, Canadá y México. La reunión ocurrió a dos semanas del sorteo oficial del torneo, y contó con la presencia del presidente de la FIFA.

En paralelo, la relación entre Trump e Infantino ha ganado visibilidad desde el regreso del mandatario a la Casa Blanca. El dirigente deportivo anunció recientemente un premio honorífico que será entregado a Trump, lo que generó cuestionamientos sobre los límites éticos de la FIFA frente a expresiones de apoyo político.

Las declaraciones del presidente estadounidense reactivan un debate más amplio, hasta dónde puede extenderse la política antidrogas de Estados Unidos sin afectar la soberanía de los países involucrados y qué implicaciones tendría un cambio de enfoque hacia acciones militares directas.

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