Gustavo Petro oficializa la compra de 17 aviones Gripen en un contrato histórico de $16,5 billones

En un acto cargado de mensaje político y militar, el presidente Gustavo Petro oficializó la firma del contrato para la adquisición de 17 aviones de combate Gripen, una operación valorada en $16,5 billones que se convierte en la mayor inversión en defensa de la historia reciente del país. El anuncio se realizó durante la ceremonia por los 106 años de la Fuerza Aeroespacial Colombiana (FAC), escenario escogido para presentar la maqueta de las aeronaves que reemplazarán a la flota de Kfir después de más de cuatro décadas de servicio.

La compra, suscrita entre el Ministerio de Defensa y la empresa sueca Saab, quedó en firme tras meses de retrasos y ajustes. Según información conocida por W Radio, el Gobierno deberá desembolsar $100.000 millones en 2026, mientras que la mayor parte del costo será asumida por las próximas administraciones. Las entregas iniciarán en 2027 y culminarán en 2032, en un proceso que el Ejecutivo considera clave para modernizar la defensa aérea y avanzar en proyectos de compensación industrial y tecnológica.

Petro defendió la elección de Saab frente a otras propuestas, incluyendo los F-16 estadounidenses, asegurando que la opción sueca permitiría consolidar una “fuerza pública independiente”. El mandatario destacó que el acuerdo simboliza una alianza con un país que comparte principios de paz y desarrollo y reiteró que el componente tecnológico incluirá iniciativas en energías renovables, agua potable para La Guajira y proyectos de salud avanzada.

El anuncio se produce en un momento sensible de la política exterior colombiana. En las últimas semanas, Petro ordenó suspender compras de armamento a Estados Unidos y abrió la puerta a una eventual “salida” de los esquemas de cooperación de la OTAN, pese a que Colombia es socio estratégico de la alianza. Saab, por su parte, aseguró que cuenta con todos los permisos necesarios para suministrar las aeronaves.

Defensa, disuasión y costos a largo plazo

Durante su intervención, Petro insistió en que la modernización de la FAC es necesaria para un país marcado por ciclos persistentes de violencia. Señaló que la defensa no solo pasa por el diálogo y los mecanismos de paz, sino también por la capacidad de disuasión “hacia dentro y hacia afuera”. Admitió, además, que para naciones con recursos limitados, priorizar armamento “no es fácil”, pero afirmó que la inversión responde a una necesidad estructural del Estado.

El ministro de Defensa, Pedro Sánchez, afirmó que el contrato fue revisado por el Comité de Transparencia del Ministerio, subrayando que cada peso debía ser protegido. También confirmó que la operación fue acompañada por un equipo especializado encargado de revisar cada detalle técnico y financiero.

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