Donald Trump intenta desmarcarse del caso Epstein y apunta al expresidente Bill Clinton

El presidente estadounidense Donald Trump volvió a distanciarse del escándalo que rodea a Jeffrey Epstein, asegurando que no tuvo ningún vínculo incriminatorio con el fallecido financista y acusando a este de haber inventado notas para implicarlo. La declaración surgió durante un intercambio con periodistas en el avión presidencial, cuando fue consultado por un supuesto memo en el que Epstein insinuaba que Trump “sabía sobre las chicas”. El mandatario negó tajantemente esa versión y aseguró no conocer nada al respecto.

Trump insistió en que su relación con Epstein fue mínima y que la atención debería dirigirse hacia otras figuras que, según él, sí mantuvieron vínculos estrechos con el financista. Al mencionar directamente al expresidente Bill Clinton y al economista Larry Summers, el mandatario afirmó que el escrutinio debería centrarse en la cercanía que ambos habrían tenido con Epstein y en la información que este manejaba sobre políticos y entidades financieras como JPMorgan.

En su respuesta, también sugirió que Epstein pudo haber fabricado documentos durante su presidencia para intentar perjudicarlo. Según Trump, el financista “se dictaba memos a sí mismo” aprovechando su posición en la Casa Blanca. Su postura apunta a eludir cualquier responsabilidad e insistir en que otros nombres relevantes deberían estar en el foco de la investigación.

El intercambio se volvió tenso cuando un periodista cuestionó por qué la Casa Blanca no respalda la publicación inmediata de todos los archivos relacionados con Epstein, si Trump asegura no tener nada que ocultar. El mandatario cortó la pregunta con un seco “¡Silencio!”, en un momento que reflejó el clima político que rodea el caso.

La presión por revelar los documentos sigue creciendo. En la Cámara de Representantes ya existen los apoyos suficientes para forzar una votación que obligue a desclasificar miles de archivos, incluidos aquellos entregados previamente por el Departamento de Justicia, que suman más de 33.000 páginas. Sin embargo, el Senado aún frena el avance, lo que mantiene en suspenso la divulgación total del material.

Estados Unidos sigue atento a lo que pueda surgir si finalmente se revelan todos los archivos. La expectativa aumenta a medida que el caso vuelve a poner sobre la mesa nombres de alto perfil y renueva el debate político sobre los alcances del escándalo Epstein.

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