El Centro Democrático decidió mover la fecha para escoger a su candidato presidencial y redefinir las reglas del proceso, en un momento marcado por tensiones internas y cuestionamientos al método que venían utilizando. La colectividad anunció que solo hasta el 6 de febrero de 2026 se conocerá el nombre de la persona que los representará en la consulta interpartidista de marzo.

La decisión se da en medio de una disputa creciente entre los precandidatos Miguel Uribe Londoño y María Fernanda Cabal, que terminó por fracturar el mecanismo de selección y dejar en suspenso la continuidad de las encuestas como herramienta central del proceso.

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La controversia escaló luego de que AtlasIntel, la firma encargada de realizar el sondeo que debía revelar los resultados este 28 de noviembre, abandonó el proceso al quedar en el centro del enfrentamiento entre los aspirantes. Miguel Uribe aseguró que la empresa tenía “sesgos” a favor de Cabal e incluso señaló un conflicto de intereses por un estudio previo que habría mostrado a la senadora como ganadora.

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Tras la salida de la encuestadora, el partido anunció que la selección no dependerá exclusivamente de encuestas y que se podrán utilizar otros mecanismos contemplados en los estatutos. En su comunicado, la colectividad fue explícita, “Para la escogencia de su candidato(s), el partido podrá utilizar cualquiera de los mecanismos establecidos”.

Según explicó La FM, el expresidente Álvaro Uribe y el director del partido, Gabriel Vallejo, conservarán la potestad de definir quiénes podrán competir finalmente en la consulta interpartidista prevista para marzo.

Un proceso abierto y en plena tensión

El aplazamiento también tiene efectos sobre la baraja de aspirantes. Aunque la disputa se ha centrado en Miguel Uribe y María Fernanda Cabal, siguen en carrera las senadoras Paola Holguín y Paloma Valencia, así como el representante Andrés Guerra.

La senadora Valencia aclaró que la selección se hará entre quienes ya están en el proceso y que lo único que cambia son los mecanismos: “Se están ampliando los mecanismos de elección, a todos aquellos que prevén los estatutos”.

Mientras tanto, el partido insistió en que continuará recorriendo el país y defendiendo su narrativa contra lo que considera los riesgos de la continuidad del gobierno de Gustavo Petro. “Continuaremos explicándole al país la inconveniencia del neocomunismo destructor y cuáles son nuestras propuestas para reconstruir a Colombia”, expresó la colectividad.

La crisis interna del uribismo deja por ahora un panorama incierto sobre la escogencia del candidato, con un proceso que se extendió hasta febrero, reglas abiertas y un mayor peso político para las decisiones finales que tome la dirección del partido.