Una nueva jugada política comenzó a tomar forma tras la reunión que sostuvieron en Bogotá ocho precandidatos presidenciales de tendencia de derecha y centroderecha, quienes se sentaron a conversar sobre la posibilidad de construir una gran coalición para las elecciones de 2026.

En el encuentro participaron Enrique Peñalosa, Felipe “Pipe” Córdoba, Marta Lucía Ramírez, Mauricio Gómez Amín, Vicky Dávila, Daniel Palacios, Juan Guillermo Zuluaga y Juan Carlos Cárdenas. Todos coincidieron en la necesidad de enviar un mensaje de unidad y de explorar un mecanismo común para definir una sola candidatura presidencial.

“Estamos comprometidos con la unión. Esa es la única salida para reconstruir a Colombia y resolver los problemas de los ciudadanos. Estamos para servirle a nuestro país”, fue el mensaje compartido por los ocho asistentes en sus redes sociales, en una muestra clara de sincronía política.

Más allá de las fotos y los mensajes en redes, la reunión buscó reducir tensiones internas dentro de los partidos de oposición, especialmente en el Centro Democrático y el Partido Conservador, donde los choques por el liderazgo han sido constantes. La idea, según fuentes cercanas a los asistentes, es revivir la propuesta de unidad que impulsaron los expresidentes Álvaro Uribe y César Gaviria para llegar fortalecidos a las consultas interpartidistas de marzo de 2026.

Aunque aún no se definió un nombre único, los participantes coincidieron en que el candidato deberá ser elegido mediante un proceso concertado, invitando a otros sectores cercanos ideológicamente. “No queremos armar un combo cerrado, sino abrir el diálogo a todos los que quieran construir desde la unidad”, aseguró uno de los asistentes.

El movimiento político deja abierta la puerta a nuevas adhesiones, pero también genera interrogantes sobre figuras que no participaron, como Abelardo de la Espriella y Sergio Fajardo, quienes mantienen diferencias con varios de los presentes.

Por ahora, los ocho precandidatos planean continuar los acercamientos en las próximas semanas. Su foto en Bogotá —más que una coincidencia— parece ser el primer paso para reordenar el tablero político de la oposición con miras a 2026.