Una fotografía publicada en la galería oficial de la Casa Blanca, donde se observa al presidente Gustavo Petro vestido de prisionero junto a Nicolás Maduro, provocó un terremoto diplomático entre Bogotá y Washington. El mandatario colombiano ordenó llamar a consultas al embajador en Estados Unidos y exigió explicaciones al gobierno norteamericano por lo que calificó como “un irrespeto brutal al pueblo colombiano”.
Lo que parecía una simple foto institucional terminó convirtiéndose en un episodio de alto voltaje político. En la imagen, tomada durante una reunión de congresistas republicanos con miembros del equipo del expresidente Donald Trump, se observa al jefe adjunto de gabinete, James Blair, sosteniendo una carpeta con el título “La Doctrina Trump para Colombia y el Hemisferio Occidental”.

En una de las páginas del documento aparece una imagen generada con inteligencia artificial donde el presidente Gustavo Petro y Nicolás Maduro lucen uniformes naranjas de presidiarios, en una cárcel de Estados Unidos. La foto fue capturada el 21 de octubre y estuvo publicada durante semanas en el repositorio oficial de la Casa Blanca, hasta que fue retirada el pasado 10 de noviembre, tras la revelación de la revista Cambio.
La “Doctrina Trump” y su contenido
Según la publicación de Cambio, el documento que sostiene Blair habría sido elaborado por el equipo del senador republicano Bernie Moreno, de origen colombiano, y describe una hoja de ruta en cinco pasos denominada “Doctrina Trump para Colombia”.

Entre los puntos mencionados se incluye:
- Declarar a varios carteles colombianos como organizaciones terroristas.
- Promover sanciones contra Gustavo Petro y su círculo cercano.
- Impulsar investigaciones sobre presunto financiamiento extranjero de campañas en Colombia.
- Respaldar a líderes aliados de Washington en la región.
- Fortalecer operaciones militares en el Caribe.
El documento fue presentado tres días antes de que el 24 de octubre Estados Unidos incluyera a Petro, a su esposa Verónica Alcocer, a su hijo Nicolás Petro y al ministro del Interior Armando Benedetti en la Lista OFAC, también conocida como Lista Clinton, que sanciona a personas vinculadas al narcotráfico o la corrupción internacional.
En contexto: Gustavo Petro, Nicolas Petro, Verónica Alcocer y Armando Benedetti entran en la Lista Clinton de EE. UU.
La respuesta de Petro y el llamado a consultas
Tras conocerse la imagen, el presidente Gustavo Petro reaccionó con indignación y ordenó el llamado a consultas del embajador colombiano en Washington, Daniel García Peña.
“En la página oficial de la Casa Blanca me muestran como si fuera un preso en una cárcel de los Estados Unidos. Eso es un irrespeto brutal al pueblo que me eligió y a la nación colombiana”, escribió Petro en su cuenta de X.

Durante su intervención en la Cumbre CELAC-Unión Europea en Santa Marta, el mandatario afirmó que sectores del “trumpismo” pretenden capturarlo en Estados Unidos, y advirtió: “Prefiero morir en Colombia antes que ser extraditado”.
Petro también señaló al expresidente Andrés Pastrana, al senador Bernie Moreno y al republicano Marco Rubio de promover una campaña internacional para desprestigiar su gobierno.
Negación de una posible expulsión del embajador estadounidense
El periodista Federico Lara, director de Cambio, aseguró en redes que Petro le dijo durante una llamada telefónica que, además del llamado a consultas, pediría la expulsión del encargado de negocios estadounidense en Bogotá, John McNamara.
Sin embargo, el ministro del Interior, Armando Benedetti, desmintió la versión: “Estuve presente en la llamada. El presidente jamás pronunció la palabra expulsión”.

La Cancillería colombiana, encabezada por Rosa Villavicencio, confirmó que se enviará una nota verbal de protesta a Estados Unidos, pero aclaró que el gobierno “no tiene previsto expulsar a ningún funcionario diplomático norteamericano”.
Esta es la segunda vez en menos de seis meses que Petro llama a consultas a su embajador en Washington. La primera ocurrió en julio, tras declaraciones de funcionarios estadounidenses que cuestionaron su política antidrogas.
La publicación de la imagen y el contenido del documento han vuelto a tensar las relaciones bilaterales, justo cuando ambos países buscaban recomponer el diálogo tras la inclusión del presidente en la Lista Clinton.
Por ahora, la Casa Blanca no ha emitido una explicación oficial sobre cómo llegó el polémico material a su repositorio público ni quién autorizó su difusión.







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