La elección del candidato único del Centro Democrático para las elecciones presidenciales de 2026 sufrió un revés inesperado. La firma encuestadora AtlasIntel, encargada inicialmente de realizar el estudio que definiría al aspirante del uribismo, decidió retirarse del proceso alegando riesgos reputacionales que podrían afectar su imparcialidad.
La decisión fue confirmada por el propio CEO de la compañía, Andrei Román, quien explicó en una carta enviada al partido que uno de sus principales socios mediáticos en América Latina les advirtió sobre el posible impacto que tendría realizar una encuesta para un movimiento político. “Tras consultas con este socio mediático, he tomado la decisión de no proceder con discusiones adicionales respecto a una posible encuesta comisionada por el Centro Democrático”, precisó Román en la comunicación.
El anuncio llega en medio de tensiones internas entre los precandidatos del partido. Miguel Uribe Londoño cuestionó públicamente la transparencia del proceso, sugiriendo que la elección de AtlasIntel habría sido impulsada por su rival interna María Fernanda Cabal. La encuestadora negó haber tenido contacto previo con alguno de los aspirantes.
En contexto: Dura carta del Centro Democrático a Miguel Uribe Londoño por sus críticas a la encuestadora AtlasIntel
Ante las declaraciones de Uribe Londoño, el director del partido, Gabriel Vallejo, le envió una carta en la que le preguntó si alguno de sus asesores había contactado a la firma para solicitar una medición de intención de voto. El senador respondió más tarde que no fomentará divisiones internas y reiteró su disposición a acatar cualquier mecanismo de selección que el partido defina.
La colectividad, que busca elegir entre Paloma Valencia, María Fernanda Cabal, Paola Holguín, Andrés Guerra y Miguel Uribe Londoño, tenía previsto anunciar el nombre del candidato único el próximo 28 de noviembre. Sin embargo, el retiro de AtlasIntel podría retrasar la fecha y obligar a definir una nueva metodología para la encuesta, que serviría como base para la consulta interpartidista programada en marzo de 2026.
Con este nuevo giro, el Centro Democrático enfrenta un escenario complejo: la necesidad de garantizar transparencia en su proceso interno mientras intenta mantener la unidad de cara a una contienda presidencial en la que el expresidente Álvaro Uribe y la dirección del partido tendrán la última palabra sobre quién representará oficialmente al uribismo.






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