En una dinámica distendida durante su entrevista con La FM de RCN, el excanciller y hoy precandidato presidencial, Luis Gilberto Murillo, participó en la sección “Qué tan cerca y qué tan lejos”, en la que debió ubicar su cercanía ideológica con distintos personajes del espectro político colombiano.

La conversación, que buscaba identificar su posición frente a los extremos, dejó ver un perfil moderado y pragmático. “A mí no me gusta eso de los extremos, yo soy mucho de la ideología de las soluciones. Yo veo que hay una solución buena y me sirve”, explicó Murillo, dejando claro que su enfoque político se centra más en la gestión que en las etiquetas.

En el ejercicio, Murillo ubicó a Iván Cepeda en un 6, mientras que a Daniel Quintero lo situó entre 7 y 8, marcando cierta distancia con sectores de izquierda más radicales. Con Roy Barreras, en cambio, se mostró más cercano, ubicándolo en un 3 o 4, al igual que con Claudia López y Sergio Fajardo, ambos en un rango de 4 a 5.

Su distancia con figuras de derecha fue más evidente, Abelardo de la Espriella recibió un 10 —“lejísimos”, dijo entre risas—, mientras que Germán Vargas Lleras fue ubicado en un 8. En cambio, con Juan Manuel Galán, Aníbal Gaviria y Mauricio Lizcano, se movió en un rango medio de 5 a 6, evidenciando afinidades moderadas.

Finalmente, al ser consultado por Vicky Dávila, Murillo no dudó, “9 o 10”, respondió, subrayando sus diferencias con la periodista.

El ejercicio, más allá del juego, reflejó una virtud del exministro, un político de tono conciliador, alejado de la polarización y dispuesto a tender puentes con distintos sectores. En un país donde los extremos dominan el debate, Murillo parece apostar por el terreno del diálogo, con una postura que busca construir más desde la coincidencia que desde la confrontación.