La IV Cumbre entre la Unión Europea (UE) y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), prevista para los días 9 y 10 de noviembre en Santa Marta, enfrenta un panorama complicado. Pese al esfuerzo diplomático de Gustavo Petro por posicionar el encuentro como un espacio clave de concertación birregional, varias figuras de peso han cancelado su participación, lo que podría restarle impacto político al evento.
Entre las ausencias más notorias figuran la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen; la primera ministra italiana, Giorgia Meloni; y el canciller alemán, Friedrich Merz, quienes, según fuentes diplomáticas citadas por Bloomberg, optaron por no viajar a Colombia debido a las crecientes tensiones geopolíticas en la región y al temor de generar roces con la administración del presidente estadounidense Donald Trump.
El portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de Alemania, Stefan Kornelius, confirmó que Berlín enviará únicamente una delegación técnica, señalando que la “escasa participación de jefes de Estado y de Gobierno” influyó en la decisión de Merz. Desde Bruselas, la Comisión Europea evitó pronunciarse sobre los motivos de la ausencia de Von der Leyen.
En contraste, entre los líderes que sí confirmaron asistencia se encuentran el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, quien dijo que viajará “para defender a los países de América Latina”; y el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, quien encabezará la representación europea. También se espera la presencia de la alta representante de la UE para Asuntos Exteriores, Kaja Kallas.

El evento, que reunirá a representantes de 50 países, busca fortalecer los lazos económicos y políticos entre ambos bloques, promover una agenda común en transición energética y sostenibilidad, y coordinar estrategias frente al crimen organizado. Sin embargo, la coyuntura internacional parece haber enfriado los ánimos.
Fuentes diplomáticas consultadas sostienen que la creciente presión de Washington sobre gobiernos latinoamericanos como los de Colombia y Venezuela, señalados por presuntos vínculos con el narcotráfico, ha generado un clima de cautela en varias capitales europeas.
Las recientes sanciones de Trump contra Gustavo Petro, su familia y su ministro del Interior, además de las amenazas militares hacia Venezuela, han tensado aún más el ambiente previo al encuentro.

Del lado latinoamericano, tampoco asistirán la presidenta de México, Claudia Sheinbaum; el mandatario argentino, Javier Milei; ni el presidente chileno, Gabriel Boric, quien se prepara para las elecciones presidenciales en su país.
La Cumbre Celac–UE había sido presentada como una oportunidad para revitalizar el diálogo birregional tras los tropiezos diplomáticos de los últimos años. Sin embargo, entre cancelaciones, presiones políticas y desacuerdos sobre la declaración final, el evento podría terminar siendo más simbólico que estratégico.







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