Trump reduce en un 94% la admisión de refugiados en los Estados Unidos: dará prioridad a sudafricanos blancos

El gobierno del presidente Donald Trump anunció que limitará la admisión de refugiados en Estados Unidos a 7.500 personas para el año 2026, la cifra más baja en décadas. La medida representa una reducción del 94 % frente al límite de 125.000 establecido por la administración de Joe Biden en 2025, y dará prioridad a refugiados sudafricanos blancos.

El Departamento de Estado publicó la medida en el Registro Federal, indicando que las admisiones se consideran “justificadas por motivos humanitarios o por interés nacional”, aunque no se ofrecieron explicaciones detalladas sobre los criterios exactos. Sin embargo, fuentes oficiales señalan que la política busca proteger principalmente a sudafricanos afrikáners y a “otras víctimas de discriminación ilegal o injusta” en sus países de origen.

La reducción del programa, que históricamente ha acogido a refugiados de lugares como Siria, Afganistán, Irak, Sudán y Ucrania, ha sido vista por expertos y organizaciones humanitarias como un cambio radical en la tradición estadounidense de asilo, que contaba con apoyo bipartidista en el Congreso.

Desde 1980, el Programa de Admisión de Refugiados de Estados Unidos (Usrap) ha sido un pilar de la política humanitaria del país. Durante años activos, se recibieron más de 200.000 refugiados anualmente. La política de Trump ha limitado este flujo, afectando el funcionamiento de centros de acogida, que han tenido que reducir personal o cerrar oficinas.

Grupos como HIAS, Church World Service y la Conferencia Católica de EE. UU. denunciaron que la decisión “socava la tradición moral y humanitaria estadounidense” y pone en riesgo a miles de personas que esperan reasentarse.

Prioridad a Sudáfrica y reacción internacional

La medida prioriza a los sudafricanos blancos, en respuesta a denuncias de violencia racial contra agricultores afrikáners. En mayo de 2025, Trump había criticado al presidente de Sudáfrica, Cyril Ramaphosa, y señaló que los granjeros blancos eran víctimas de asesinatos y persecución.

Esta política ha generado acusaciones de trato desigual, ya que limita significativamente el acceso a otros refugiados y antiguos aliados que ayudaron a las fuerzas estadounidenses en Afganistán y Medio Oriente.

Trump sostiene que la reducción responde a preocupaciones de seguridad y a la capacidad limitada de integrar a refugiados en las comunidades estadounidenses sin comprometer recursos ni seguridad pública. Desde su regreso a la Casa Blanca, ha mantenido una postura restrictiva frente a inmigración y asilo, permitiendo únicamente ingresos limitados bajo excepciones judiciales.

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