El senador republicano Bernie Moreno pidió al Departamento de Estado de Estados Unidos incluir en la lista de organizaciones terroristas extranjeras (FTO) a las disidencias de las FARC, las Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC) y las Autodefensas Conquistadoras de la Sierra Nevada (ACSN), conocidas como los Pachencas.
En una carta dirigida al secretario de Estado, Marco Rubio, Moreno argumentó que estas estructuras “participan activamente en actividades terroristas y representan una amenaza directa para la seguridad de Estados Unidos”. Según explicó, los grupos señalados tienen un historial de asesinatos, ataques armados, narcotráfico y campañas de intimidación que “encajan plenamente en la definición legal de terrorismo según la legislación estadounidense”.
El senador añadió que estas organizaciones contribuyen indirectamente a la muerte de ciudadanos estadounidenses al ser parte del tráfico de drogas hacia Norteamérica. Por ello, pidió que se les apliquen sanciones financieras y judiciales similares a las que enfrenta el crimen organizado internacional.

De aprobarse la designación, cualquier negociación o acercamiento con estos grupos sería considerado colaboración con una organización terrorista, lo que complicaría las conversaciones de paz que adelanta el gobierno colombiano dentro de su política de “paz total”.
Crecen las tensiones diplomáticas con Washington
La propuesta de Moreno surge en medio de una relación tensa entre Bogotá y Washington. Durante la reciente sesión del Consejo de Seguridad de la ONU, el representante estadounidense, Mike Waltz, criticó duramente al presidente Gustavo Petro, asegurando que sus políticas “han profundizado la polarización” y “generado mayor inestabilidad y violencia”.
Waltz también cuestionó la gestión del gobierno colombiano en materia de seguridad y puso en duda la continuidad de la Misión de Verificación de la ONU, que monitorea la implementación del Acuerdo de Paz. Según dijo, Estados Unidos “analiza de cerca el alcance actual de la misión”, al considerar que su mandato “se ha politizado”.
Las tensiones se agravaron luego del incidente diplomático en el que, durante la Asamblea General de la ONU, Petro habría instado a soldados estadounidenses a desobedecer órdenes del entonces presidente Donald Trump. El hecho, según fuentes diplomáticas, habría motivado la revocatoria de su visa por parte del Departamento de Estado.
La petición de Moreno podría tener repercusiones directas sobre los esfuerzos de paz del gobierno Petro. Si el Departamento de Estado acepta la recomendación, los principales interlocutores del Ejecutivo en las negociaciones quedarían bajo sanciones internacionales, lo que pondría en riesgo los avances logrados hasta ahora y dificultaría el respaldo de la comunidad internacional a la política de reconciliación.









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