ONU exige nuevamente el fin del bloqueo de Estados Unidos contra Cuba

La Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó este miércoles, por trigésima tercera vez, una resolución que exige el fin del embargo económico, comercial y financiero impuesto por Estados Unidos a Cuba desde hace más de seis décadas. La iniciativa, presentada anualmente por La Habana desde 1992, fue respaldada por una amplia mayoría de los Estados miembros.

El texto reafirma los principios fundamentales de la igualdad soberana de los Estados, la no injerencia en los asuntos internos y la libertad de comercio y navegación internacional, establecidos en la Carta de la ONU. Además, insta a los países a abstenerse de promulgar o aplicar leyes de carácter extraterritorial que afecten la soberanía de otras naciones, en referencia a la denominada Ley Helms-Burton, eje jurídico del embargo.

Durante su intervención ante el pleno, el ministro de Relaciones Exteriores de Cuba, Bruno Rodríguez Parrilla, denunció el impacto “ilegal, inhumano y extraterritorial” del bloqueo, que calificó como un “acto de castigo colectivo” contra el pueblo cubano. Según el canciller, las sanciones afectan sectores esenciales como la salud, la energía y la alimentación, además de obstaculizar el acceso del país a operaciones financieras internacionales.

“El impacto del bloqueo no es solo económico. Se aplica con premeditación para provocar sufrimiento social y humanitario sobre millones de personas”, afirmó Rodríguez, quien también denunció presiones del Departamento de Estado para modificar el voto de algunos países miembros.

Por su parte, el embajador estadounidense ante la ONU defendió la política de su gobierno, asegurando que el embargo responde a la “falta de reformas democráticas” en Cuba y reiterando el llamado de Washington a que el régimen cubano “devuelva las libertades fundamentales a su pueblo”.

Pese a estas declaraciones, la resolución fue aprobada por una abrumadora mayoría, reflejando el amplio consenso internacional contra la política de embargo, que desde hace más de seis décadas ha sido rechazada por la comunidad global.

Desde La Habana, el presidente Miguel Díaz-Canel celebró la decisión como una “victoria moral” frente a una política que, aseguró, “viola el derecho internacional y atenta contra la dignidad de un pueblo soberano”.

Aunque las resoluciones de la Asamblea General no son vinculantes, su aprobación reafirma el aislamiento diplomático de Estados Unidos en este tema y evidencia el respaldo casi unánime de la comunidad internacional a la exigencia de levantar el bloqueo.

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