El secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, aseguró que las sanciones impuestas contra el presidente Gustavo Petro no tienen como propósito perjudicar al país, sino responder a lo que calificó como acciones que habrían favorecido al narcotráfico.
Durante su visita a Israel, en medio de una gira diplomática que incluyó Qatar, Rubio se refirió por primera vez a la decisión de la administración Trump de incluir a Petro en la Lista de Nacionales Especialmente Designados y Personas Bloqueadas (SDN), más conocida como la Lista Clinton.
La medida, adoptada por la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) del Departamento del Tesoro, también cobija a Verónica Alcocer, esposa del mandatario; su hijo Nicolás Petro Burgos; y el ministro del Interior, Armando Benedetti.
“Esto no es una cosa de Estados Unidos contra Colombia”, declaró Rubio, citado por Reuters, enfatizando que las relaciones bilaterales con Bogotá “siguen siendo fuertes y duraderas”, especialmente en materia de cooperación con la fuerza pública.
Críticas directas a Petro
Pese a su tono diplomático, Rubio fue tajante al referirse al mandatario colombiano, a quien calificó de “lunático” y “muy impopular en su país”. El funcionario norteamericano aseguró que el problema de Washington “no es con el pueblo colombiano, sino con su jefe de Estado”, y destacó que el Congreso colombiano mantiene una postura contraria al régimen de Nicolás Maduro, lo que, a su juicio, evidencia una distancia entre Petro y el consenso político nacional.
“El único problema en Colombia es un lunático, ese tipo está mal, y todo el mundo lo sabe. Es una pena que el pueblo colombiano tenga que lidiar con él hasta mayo de 2026”, afirmó Rubio, aludiendo también a la reciente decisión de la Cámara de Representantes colombiana de declarar al cartel de los Soles, vinculado al régimen venezolano, como una organización narcoterrorista transnacional.
El trasfondo de la inclusión en la Lista Clinton
El secretario del Tesoro, Scott Bessent, justificó la inclusión de Petro señalando que “ha permitido el florecimiento de los cárteles de la droga y se ha negado a detener esta actividad”. En el comunicado oficial, el gobierno estadounidense aseguró que la decisión busca “proteger a la nación y enviar un mensaje claro de que no se tolerará el narcotráfico”.

El senador republicano Bernie Moreno había advertido semanas antes que las sanciones estaban relacionadas con presuntos aportes de dinero del narcotráfico a la campaña presidencial de Petro en 2022, acusación que el gobierno colombiano ha negado rotundamente.
La respuesta del presidente y su defensa en EE. UU.
El mandatario colombiano reaccionó a la sanción a través de X, donde confirmó que su defensa estará a cargo del abogado estadounidense Dan Kovalik, conocido por su activismo en derechos humanos y su postura crítica frente a la política exterior de Washington.
“Efectivamente, la amenaza de Bernie Moreno se cumplió (…). Luchar contra el narcotráfico durante décadas y con eficacia me trae esta medida del gobierno de la sociedad que tanto ayudamos para detener sus consumos de cocaína. Toda una paradoja, pero ni un paso atrás y jamás de rodillas”, escribió Petro.

La controversia se suma a una serie de tensiones diplomáticas que han deteriorado la relación entre Bogotá y Washington. Aunque el Departamento de Estado insiste en mantener la cooperación bilateral, la inclusión del presidente colombiano en la Lista Clinton representa un hecho sin precedentes en la historia reciente de ambos países.
La defensa de Petro en tribunales estadounidenses abre un nuevo capítulo político y judicial, mientras el país enfrenta la incertidumbre de cómo las decisiones de la Casa Blanca podrían incidir en la cooperación antidrogas, la inversión y el crédito internacional.







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