Japón escribió este martes un capítulo histórico en su política al elegir a Sanae Takaichi como la primera mujer en ocupar el cargo de primera ministra. La líder del Partido Liberal Democrático (PLD) logró imponerse en ambas cámaras del Parlamento, superando a candidatos opositores como Yoshihiko Noda, y será la 104.ª persona en asumir el máximo cargo ejecutivo en Japón.
Takaichi obtuvo 237 votos en la Cámara Baja y 123 en la Cámara de Consejeros, asegurando finalmente la mayoría necesaria después de una segunda vuelta. Su victoria se consolidó tras un acuerdo con el opositor Partido de la Innovación de Japón (Ishin), lo que le permitió sortear la fragmentación de la oposición. La jornada fue seguida de cerca por la sociedad nipona, marcando un precedente en un país con una política tradicionalmente dominada por hombres.
Nacida en Nara en 1961, Takaichi es exconductora de televisión y ha sido apodada “la dama de hierro japonesa” por su admiración a Margaret Thatcher. Ha ocupado distintos cargos ministeriales, entre ellos Interior, Seguridad Económica, Comercio e Industria, así como Ciencia y Política Tecnológica. Desde 1996 forma parte del PLD, donde se consolidó como un perfil del ala dura del partido.
Desafíos de género y política

Aunque su nombramiento representa un avance histórico para la presencia femenina en Japón, solo dos de los 19 integrantes de su gabinete son mujeres. Takaichi se ha mostrado renuente a cambiar leyes tradicionales, como la que impide que los miembros de una pareja mantengan sus apellidos o que solo un hombre pueda heredar el trono imperial. Japón, según el Foro Económico Mundial, ocupa uno de los últimos lugares del G7 en igualdad de género, lo que hace aún más relevante su llegada al poder.
Con su victoria, Takaichi no solo rompe un techo de cristal histórico, sino que también enfrenta la compleja tarea de gobernar un país con desafíos políticos internos y externos, prometiendo “una nueva era” para Japón mientras consolida su liderazgo en un escenario dominado durante décadas por hombres.







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