El gobierno peruano anunció la inminente declaración del estado de emergencia en Lima y el vecino puerto del Callao, en respuesta a la creciente inseguridad y a las violentas protestas que sacuden la capital desde hace varias semanas.

La medida, confirmada por el primer ministro Ernesto Álvarez, busca recuperar el control del orden público tras una jornada de enfrentamientos que dejó un muerto y más de cien heridos.

Las manifestaciones, lideradas por jóvenes de la denominada Generación Z, expresaron su rechazo al Congreso y al recién instalado presidente José Jerí, quien asumió el poder hace apenas una semana tras la destitución de Dina Boluarte mediante un juicio político exprés.

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La tensión social escaló el miércoles por la noche, cuando el rapero Eduardo Ruiz, conocido como Trvko, murió por un disparo de un policía en medio de los disturbios.

El primer ministro Álvarez anunció que el Ejecutivo prepara el decreto que declarará el estado de emergencia en Lima Metropolitana, una medida que abarcará a más de 10 millones de habitantes. Bajo esta disposición, las Fuerzas Armadas podrán patrullar las calles junto a la Policía Nacional y se suspenderán derechos fundamentales como la libertad de reunión y tránsito.

“Vamos a anunciar la decisión de declarar la emergencia por lo menos en Lima Metropolitana”, afirmó Álvarez tras una reunión en Palacio de Gobierno. El funcionario agregó que no se descarta imponer un toque de queda nocturno, argumentando que “la criminalidad no respeta la nocturnidad”.

Por su parte, el ministro de Justicia, Walter Martínez, explicó que el Gobierno esperará los informes técnicos y de seguridad antes de hacer el anuncio oficial, pero subrayó que las medidas serán “contundentes y excepcionales”.

Protestas, represión y exigencias de cambio

El asesinato de Trvko desató una ola de indignación entre los manifestantes. La noche del jueves, decenas de jóvenes realizaron una vigilia en su memoria con velas y pancartas frente al Palacio Legislativo.

El comandante general de la Policía, Óscar Arriola, informó que el agente responsable del disparo fue identificado gracias a las cámaras de seguridad y que será separado de la institución. Otro oficial implicado también fue detenido. El presunto autor del homicidio se encuentra hospitalizado tras ser agredido por manifestantes en medio del caos.

El balance oficial de los disturbios del miércoles fue de 113 heridos: 84 policías y 29 civiles. En el último mes, cerca de 200 personas —incluidos periodistas— han resultado lesionadas durante las protestas en Lima.

Un gobierno en crisis a una semana de nacer

José Jerí, de 38 años, asumió la presidencia interina el 10 de octubre tras la destitución de Boluarte, y deberá gobernar hasta julio de 2026, cuando se convoquen nuevas elecciones generales. En medio de la agitación, el mandatario aseguró que no renunciará, “Voy a continuar con la responsabilidad que el país me ha confiado”, declaró.

Este jueves, Jerí acudió al Congreso para solicitar facultades legislativas que le permitan aprobar decretos de urgencia en materia de seguridad ciudadana, incluyendo medidas para intervenir el sistema penitenciario, desde donde operan redes de extorsión. “El principal problema de Perú hoy es la inseguridad. No podemos seguir legislando con lentitud mientras la gente muere en las calles”, sostuvo.

Con una sociedad polarizada y un Congreso desacreditado, el joven presidente enfrenta un desafío mayúsculo, restablecer el orden sin repetir los errores de sus antecesores, que terminaron cayendo entre protestas y acusaciones de represión.