La Administración del expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, habría aprobado una orden secreta que autoriza a la CIA a ejecutar operaciones encubiertas y letales en Venezuela, con el objetivo de debilitar o derrocar al gobierno de Nicolás Maduro, según una investigación publicada por The New York Times.

El reporte indica que la medida fue adoptada mediante un presidential finding, un tipo de decreto reservado para operaciones clandestinas, que permite a la CIA actuar de manera autónoma o en coordinación con el Pentágono. Aunque la Casa Blanca no ha comentado oficialmente sobre la filtración, fuentes citadas por el medio confirmaron que el mandato buscaba aumentar la presión política, militar y económica sobre Caracas.

De acuerdo con The New York Times, el Ejército estadounidense también estaría diseñando escenarios de intervención militar, incluidos ataques puntuales dentro del territorio venezolano. En paralelo, Washington mantiene 10.000 efectivos en el Caribe, la mayoría en bases en Puerto Rico, junto a ocho embarcaciones de guerra, un submarino y unidades de Marines desplegadas en naves anfibias.

Los operativos coinciden con recientes ataques estadounidenses contra embarcaciones en aguas internacionales cercanas a Venezuela, los cuales Washington justificó como parte de su lucha antidrogas. Esos enfrentamientos han dejado al menos treinta muertos, según fuentes de defensa regionales.

Recompensa millonaria y ruptura diplomática

La revelación ocurre tras la decisión de Trump de romper relaciones diplomáticas con Venezuela en enero pasado, luego de fracasar una tentativa de negociación política. En paralelo, el Departamento de Estado ofreció una recompensa de hasta 50 millones de dólares por información que condujera a la captura de Maduro, acusado de narcotráfico y terrorismo.

El documento filtrado también menciona la participación del entonces secretario de Estado y asesor de seguridad Marco Rubio, considerado uno de los principales arquitectos de la política de “máxima presión” contra el chavismo.

Un giro histórico en la política de inteligencia

De confirmarse, el mandato implicaría una ampliación sin precedentes del rol de la CIA en América Latina, recordando las operaciones clandestinas que la agencia ejecutó durante la Guerra Fría en Guatemala, Cuba, Chile y Nicaragua.

Según el periódico, bajo la dirección de John Ratcliffe, la CIA adoptó una postura “más ofensiva y menos adversa al riesgo”, con el objetivo de actuar rápidamente ante órdenes presidenciales.

El “hallazgo presidencial” revelado por The New York Times no solo confirma el retorno de las operaciones encubiertas en la región, sino que también marca un punto de inflexión en la estrategia estadounidense hacia Venezuela, ahora sustentada tanto en la diplomacia como en la inteligencia y la fuerza militar.