Israel y Hamás firmaron este jueves un histórico acuerdo para detener los bombardeos en Gaza y liberar a los rehenes israelíes a cambio de prisioneros palestinos, marcando el primer paso hacia el fin de una guerra que dejó más de 67.000 palestinos muertos.

El pacto fue alcanzado tras semanas de negociaciones impulsadas por el presidente estadounidense Donald Trump, con mediación de Qatar, Egipto y Turquía.

Según el documento firmado en el balneario egipcio de Sharm el Sheij, el alto al fuego entrará en vigor 24 horas después de su ratificación por parte del gabinete israelí. Israel deberá retirar sus tropas hasta una línea de seguridad acordada, conocida como la “línea amarilla”, reduciendo su control territorial del 80 % al 53 %.

Hamás, por su parte, se comprometió a liberar a todos los rehenes israelíes en un plazo de 72 horas bajo supervisión del Comité Internacional de la Cruz Roja, a cambio de la excarcelación de prisioneros palestinos, aunque no se incluye en la lista a Marwan Barghouti, uno de los líderes más emblemáticos del movimiento.

El acuerdo también garantiza la entrada masiva de ayuda humanitaria y la reconstrucción de infraestructura básica en Gaza.

Reacciones cruzadas

El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, calificó el pacto como una “victoria moral y nacional”, prometiendo que “ningún rehén quedará atrás”. El presidente Isaac Herzog añadió que “el corazón de Israel late junto a las familias que hoy pueden volver a abrazar a los suyos”.

Desde el lado palestino, Hamás confirmó el pacto pero advirtió que “la libertad e independencia del pueblo palestino no son negociables”. En Gaza, miles de personas salieron a las calles a celebrar, aunque las autoridades locales reportaron nuevos bombardeos israelíes pese al anuncio del cese al fuego.

“Gracias a Dios por el alto al fuego, el fin del derramamiento de sangre y la matanza”, dijo Abdul Mayid Abd Rabbo, residente de Khan Yunis.

Aunque el acuerdo representa el mayor avance diplomático desde el inicio del conflicto en 2023, analistas advierten que su implementación podría ser compleja. En Israel, parte del gabinete de seguridad se opone al retiro militar, mientras que Hamás exige que se cumpla estrictamente el cronograma pactado.

Trump, quien viajará a Egipto para la firma oficial del acuerdo, celebró el pacto como un “momento histórico para Medio Oriente”.