Agarrón entre Gustavo Petro y Federico Gutiérrez por disturbios en marchas pro-Palestina que terminaron en caos

El cruce entre el presidente Gustavo Petro y el alcalde Federico Gutiérrez reavivó la tensión política, tras los disturbios ocurridos durante la manifestación en apoyo a Palestina que se realizó el 7 de octubre en Medellín. La jornada, convocada por el Gobierno nacional, terminó con enfrentamientos, daños materiales y fuertes acusaciones cruzadas entre ambos mandatarios.

La movilización, que se desarrolló en varias ciudades del país con el objetivo de expresar respaldo al pueblo palestino a dos años del ataque de Hamás, transcurrió de manera pacífica en la mayoría de los lugares. Sin embargo, en Medellín derivó en disturbios en la avenida El Poblado, donde manifestantes atacaron establecimientos comerciales, entre ellos un restaurante McDonald’s con familias adentro.

El secretario de Seguridad y Convivencia, Manuel Villa Mejía, informó que fue necesaria la intervención de la fuerza pública para controlar la situación. “No vamos a permitir actos de vandalismo ni daños a la propiedad. Quienes creen que pueden desafiar la autoridad en Medellín, se equivocan”, advirtió.

Fico responsabiliza a Petro

El alcalde Federico Gutiérrez fue categórico al señalar al presidente Gustavo Petro como responsable político del caos. A través de su cuenta en X, lanzó una dura crítica al Gobierno nacional, “En Medellín no toleramos la violencia ni el vandalismo disfrazado de buenas intenciones. Petro quiere volver a incendiar a Colombia”.

Gutiérrez aseguró que la protesta se desvió de su carácter pacífico y derivó en intimidación contra los ciudadanos. “Los niños estaban con sus familias comiendo tranquilos cuando llegaron a generar miedo. Lo que pasó en Medellín no fue una protesta, fue vandalismo”, afirmó.

El mandatario local también denunció ataques contra gestores de convivencia e insistió en que su administración actuó conforme a la ley. “La manifestación siempre tendrá garantías, pero cuando se convierte en agresión, la institucionalidad debe intervenir”, subrayó.

Petro contraataca: “Militarismo prohibido por la ley”

Horas después, el presidente Petro reaccionó con dureza, acusando a la Alcaldía de Medellín de promover la violencia contra los manifestantes. En su cuenta de X publicó, “El gobierno nacional debe desmantelar este grupo violento dirigido desde el poder local. Es puro militarismo prohibido por la ley”.

El mensaje del mandatario se dio tras la difusión de videos donde se observa a contratistas de la Alcaldía —identificados como gestores de convivencia— agrediendo con patadas, correas y piedras a varios manifestantes, mientras un funcionario ordena “intervengan” durante los disturbios.

Petro calificó los hechos como un acto de “fascismo”, comparando la actuación de los gestores con la del gobierno israelí. “Fascismo como en el gobierno de Israel”, escribió.

El choque entre ambos líderes profundiza la rivalidad política que mantienen desde las elecciones de 2022. Mientras Gutiérrez acusa al presidente de promover la polarización y de “incitar el caos”, Petro cuestiona la gestión del alcalde y lo señala de emplear tácticas represivas contra los ciudadanos.

El episodio deja en evidencia la creciente tensión entre el Gobierno nacional y la administración local de Medellín, y reabre el debate sobre los límites del uso de la fuerza en las protestas sociales y el papel de las instituciones frente a la libertad de expresión.

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