Israel ralentizó este sábado su ofensiva en la Franja de Gaza luego de que el presidente estadounidense, Donald Trump, le exigiera detener los bombardeos. La medida se produce tras la aceptación parcial por parte de Hamás de un plan de paz para liberar a los rehenes y poner fin a la guerra que se prolonga desde hace dos años.

El ejército israelí afirmó que avanzará en los preparativos para la primera fase del plan de Trump, centrado en la liberación de los rehenes. Las Fuerzas de Defensa (FDI) pasaron a operaciones defensivas, limitando los ataques a situaciones donde las tropas israelíes sean amenazadas. Sin embargo, el sitio sobre la ciudad de Gaza continúa y la presencia militar se mantiene en la zona.

El mandatario estadounidense celebró la suspensión temporal de los bombardeos y envió un mensaje directo a Hamás, “No toleraré demoras ni ningún resultado en el que Gaza vuelva a ser una amenaza. ¡Hagamos esto, RÁPIDO! Todos recibirán un trato justo”, escribió en su plataforma Truth Social. El plan contempla la entrega de 48 rehenes restantes —unos 20 vivos— en un plazo estimado de tres días, junto con la cesión del poder y eventual desarme del grupo insurgente.

Delegaciones de Egipto y Catar, junto con representantes palestinos e israelíes, se encuentran negociando los detalles técnicos de la liberación de los cautivos y la implementación del acuerdo de paz. La Yihad Islámica Palestina respaldó la aceptación de Hamás al plan de Trump, mostrando unidad en la posición palestina frente a la propuesta estadounidense.

Impacto humanitario y cautela local

A pesar de la pausa en los ataques, la situación en Gaza sigue siendo crítica. Desde que Trump exigió el cese de bombardeos el viernes, al menos 21 personas murieron, incluidos niños, y miles siguen desplazados o atrapados en barrios devastados. La población local muestra optimismo cauteloso, mientras algunos advierten que cualquier retroceso por parte de Netanyahu podría frustrar el acuerdo.

Según los acuerdos preliminares, Israel detendría su ofensiva, liberaría cientos de prisioneros palestinos y permitiría la entrada de ayuda humanitaria. Los mediadores buscan un alto el fuego duradero y un marco para la reconstrucción de Gaza, mientras la comunidad internacional observa de cerca la ejecución del plan de Trump.