La Asociación Nacional de Empresarios de Colombia (ANDI) denunció ataques y actos de asedio contra sus sedes en Bogotá, Cali y Medellín, luego de que el movimiento propalestino “Global a Gaza” difundiera acusaciones sobre supuestos vínculos del gremio con Israel. La organización calificó de “falsas y peligrosas” esas afirmaciones, advirtiendo que generan un clima de violencia que pone en riesgo a sus empleados.

El presidente de la ANDI, Bruce Mac Master, cuestionó la manipulación política del gremio y rechazó la estigmatización empresarial, “La estrategia de polarización y la necesidad de buscar siempre un enemigo es equivocada, y en particular en este caso haber escogido a la ANDI es tan equivocada como inaceptable”.

El Consejo Gremial Nacional se sumó al pronunciamiento, advirtiendo que el uso de discursos que incitan al odio “pone en riesgo la vida y el bienestar de los colombianos”. Además, señaló que el respeto a los derechos individuales no puede subordinarse a intereses electorales ni ideológicos.

El trasfondo de las protestas

Las movilizaciones fueron promovidas por el Movimiento Global a Gaza, que exige que la ANDI y sus empresas afiliadas rompan todo tipo de lazos comerciales con Israel por lo que califican como genocidio en Gaza. Juan Villalobos, vocero del movimiento, afirmó que las protestas buscan presionar al gremio para “poner fin a las relaciones empresariales con el Estado israelí”.

“Encontramos que hace cuatro meses la misión de negocios de Israel hizo un encuentro con la ANDI. Vimos con tristeza que el gremio criticó la cancelación de contratos de exportación de carbón a Israel. Desde 2022 la ANDI realiza consejos empresariales con diversos países, incluyendo Israel”, explicó Villalobos en declaraciones a Blu Radio.

El movimiento anunció una nueva movilización para el próximo 7 de octubre, que partirá desde la Embajada de Estados Unidos hacia la Plaza de Bolívar, y pidió que las marchas sean pacíficas.

La ministra de Ambiente, Susana Muhamad, de ascendencia palestina, manifestó su apoyo a las movilizaciones como una expresión de “solidaridad mundial”. Aunque aclaró que “no está en plan de boicotear empresarios”, su respaldo generó críticas por parte de sectores que consideran que su posición alimenta la confrontación política.

La disputa entre los manifestantes y la ANDI se da en medio de una creciente polarización sobre la postura de Colombia frente al conflicto en Medio Oriente. Mientras el empresariado busca mantener relaciones comerciales estables, sectores afines al Gobierno insisten en la ruptura con Israel. Analistas advierten que la tensión podría trasladarse al ámbito económico, afectando la confianza inversionista y el clima empresarial.

La ANDI reiteró que su misión es promover la competitividad y la diversificación exportadora, no intervenir en disputas internacionales. El gremio cerró su pronunciamiento haciendo un llamado a la paz, la sensatez y el respeto a la diferencia.